Tomado de MUY Interesante
Un estudio apunta en una dirección harto desoladora -también para nosotros-: las civilizaciones extraterrestres probablemente estén muriendo por el cambio climático.
Madrid.- ¿Dónde están todos los extraterrestres?. Es una pregunta que sigue intrigando a científicos y entusiastas por igual. Este enigma, conocido como la Paradoja de Fermi (en honor al físico Enrico Fermi), resalta la contradicción entre la alta probabilidad de vida extraterrestre y la falta de evidencia de, o contacto con, tales civilizaciones. Si la vida es tan probable en el universo, ¿por qué no hemos encontrado ningún signo de ella? Y es que, dada la edad de la galaxia (unos 13.600 millones de años), podrían haber surgido otras civilizaciones y desarrollado tecnologías avanzadas capaces de comunicarse o viajar a nivel interestelar. Resulta que el motivo podría ser tremendamente desolador y no ajeno a nosotros en estos momentos.
Ahora, un nuevo modelo propone que una civilización extraterrestre avanzada podría tardar menos de 1.000 años en causar la destrucción de su propio planeta debido al cambio climático, incluso si se basa exclusivamente en energías renovables. Así, si bien hay muchas explicaciones posibles a por qué ninguna civilización ha contactado con nosotros aún o no hemos encontrado vida extraterrestre en ningún lugar que hayamos visitado fuera de la Tierra, una nueva teoría ofrece una perspectiva bastante sombría: tal vez las civilizaciones extraterrestres avanzadas lleguen a un punto en el que su propio progreso tecnológico conduzca a un cambio climático catastrófico, lo que en última instancia cause su caída y desaparición.
El estudio, que está siendo evaluado por expertos y se encuentra en el servidor de preimpresión arXiv, modeló el desarrollo y las trayectorias de civilizaciones extraterrestres hipotéticas y llevaron a cabo simulaciones informáticas para ver cuánto tiempo podrían sobrevivir las civilizaciones alienígenas si mantuvieran unas tasas de consumo energético similares a las nuestras, y los resultados son alarmantes. Aun cuando estas sociedades avanzadas usaran exclusivamente energía renovable, su constante necesidad de energía podría aún sobrecalentar su planeta, haciéndolo inhabitable en menos de 1.000 años.
Pues no. No son buenos datos. Las simulaciones arrojaron que sus planetas se calentarían demasiado como para seguir siendo habitables. Ni siquiera cambiar totalmente a energías renovables cambió su destino: sus mundos seguirían tostándose lentamente hasta morir.
Esta conclusión casa con una de las numerosas hipótesis para explicar la Paradoja de Fermi, que dice que las civilizaciones extraterrestres pueden inevitablemente destruirse a sí mismas a través de la guerra, el colapso ambiental o los desastres tecnológicos antes de lograr la comunicación o los viajes interestelares. En este caso, sería el problema ambiental de un sobrecalentamiento del planeta.
Y no es mucho tiempo para que este aciago final suceda. Si no se frenan los niveles de energía, este desastroso nivel de cambio climático podría tardar menos de 1.000 años desde el inicio de la producción de energía, descubrieron los científicos. Al fin y al cabo, 1.000 años es un pestañeo en términos cósmicos, ya que la Tierra tiene ya más de 4.500 millones de años (y nuestro sistema solar 4.600 millones de años).
¿Opciones?
El estudio se inspira, en parte, en cómo ha evolucionado el uso de energía en nuestro propio planeta desde el siglo XIX. En 2023, el consumo de energía por parte de los humanos llegó a unos sorprendentes 180.000 teravatios hora, lo que equivale a toda la energía solar que recibe la Tierra. Según los investigadores, será esencial gestionar el uso de energía mediante fuentes renovables y aumentar la eficiencia para asegurar un futuro sostenible.
Pero podemos adoptar soluciones (tanto nosotros como las posibles civilizaciones que pueda haber allí fuera): podríamos optar por frenar el crecimiento para lograr un equilibrio con lo que nuestro planeta puede soportar. Sin embargo, una opción quizás más atractiva sería desarrollar tecnologías que nos permitan generar energía en otros planetas.