Por Oscar Durán
La Habana.- Cualquier publicación oficialista sobre el destrozo en Imías, San Antonio del Sur y Baracoa es carne de meme. A veces no entiendo a los periodistas del régimen, la vergüenza la dejaron en la página de la carne de la libreta de abastecimiento. El periódico Venceremos, por ejemplo, ese panfleto partidista de Guantánamo, acaba de soltar que el Estado financiará parte de las ventas a los damnificados.
Mentira. Más de lo mismo. Posiblemente las donaciones de otros países las están vendiendo a precios altísimos, como han hecho en reiteradas ocasiones cuando ha pasado un huracán.
Todavía hay territorios de la provincia Matanzas esperando por materiales de construcción para arreglar las casas derrumbadas por el huracán Michelle en el 2001. Igual situación viven varios pobladores de Pilón y Niquero desde que el fenómeno Dennis arrasó en 2005 con el 97% de las viviendas en esos municipios. Todavía la ayuda del gobierno brilla por su ausencia. Ni hablar de los pobres pinareños, posiblemente la región de Cuba más abandonada en todos los sentidos.
Entonces vienen ahora a dárselas de héroes y decirles al pueblo que el Presupuesto del Estado financiará el 50% de los precios de venta de los materiales de construcción a las personas cuyas viviendas presenten afectaciones totales o parciales, debido al impacto de Oscar.
Ven acá, ilústrenme: ¿el estado tiene presupuesto? Yo pensé que todo se había ido en comprarle ropas y zapatos a Lis Cuesta para los viajes «noresuelvennada» de su marido.
Y lo que es más ridículo todavía: “acordaron que las personas cuyos ingresos no resulten suficientes -el país entero está así- para adquirir los bienes referidos, pueden acceder a créditos bancarios, solicitar subsidios para la compra de materiales de construcción con cargo al Presupuesto o solicitar financiamiento de la Asistencia Social, de conformidad con lo establecido en la legislación vigente”.
Un país sin un centavo para comprar petróleo o asegurar la canasta básica del mes dice que dará créditos bancarios y subsidios. Estaría bueno ir a Imías en 15 días y preguntarle a la gente cómo ha sido la gestión del gobierno.
Con estos dictadores, todo es fachada, quieren aparentar otro país muy diferente al desastre que tienen. Pronto vendrá otro colapso energético, les advierto desde ahora. Es cuestión de tiempo. Sin embargo, Miguel Díaz-Canel dijo en X que el miércoles pasado fue un día emocionante porque se comprobó los avances de la recuperación en Guantánamo, volvieron a triunfar en la ONU y compartieron con el pueblo de Segundo Frente.
Es decir, la felicidad del cubano se traduce en el circo de la ONU, “los avances de la recuperación” y la visita de un Singa’o a un municipio hecho mierda como lo es Segundo Frente.
Si esto no es el final de la sociedad cubana, ¿cuánto más o menos nos falta?