Por Oscar Durán
La Habana.- El circo de votación en la Organización de Naciones Unidas (ONU) sobre la resolución presentada años tras año por la dictadura cubana para pedir el término del bloqueo económico de Estados Unidos hacia la isla, se efectuó hoy sin ningún tipo de novedades.
Los medios de comunicación del régimen y las ciberclarias andan celebrando el mismo teatro de todos los años, como si eso fuera lo más grande de la vida. Desde que tengo uso de razón, el castrismo presenta el mismo informe, posiblemente sin modificarlo con respecto al anterior. Pero eso no es lo más risible en este asunto; el bloqueo sigue intacto y Estados Unidos se caga 187 veces en esa votación.
En el año 2006, cuando era estudiante de periodismo, nos mandaron a una reunión con Felipe Pérez Roque, por aquel entonces ministro de Relaciones Exteriores. El tema era sobre el informe que Cuba presentaría en la ONU y el apoyo que los universitarios deberían dar en escuelas secundarias y algunos centros de trabajo para que el pueblo se mantuviera informado.
Pérez Roque habló de todo, hasta se la dio de chistoso. Por ejemplo: “ese día los diplomáticos cubanos deben estar cayéndoles atrás a los representantes de los demás países, porque la mayoría salen de la sala cuando toca el momento de votar. Muchos van al baño y para allá van los representantes cubanos a implorarle el voto, como si fueran unos mendigos”.
Recuerdo que alguien le preguntó al Canciller el por qué Cuba hacía lo mismo todos los años si al final el bloqueo seguía. Roque contestó: “el objetivo de nosotros es que todos los años el mundo vea la injusticia contra el pueblo cubano. Quizás llegue el momento, que por cansancio, Estados Unidos se digne a quitarlo”.
Eso fue en el 2006. Han pasado casi 20 años y el cuartico está igualito. No me voy a hacer eco del mismo discurso de muchos cubanos comunistas y no comunistas de que el bloqueo jode. Para mí es el comodín perfecto de una dictadura maltrecha que sin bloqueo seguirá siendo la misma mierda.
Algún día, cuando el castrismo se acabe, alguien contará cuánto gastaba Cuba en presentar este informe en las Naciones Unidas. “Eso lleva dinero”, dijo Pérez Roque en aquel momento. Sin embargo, para el régimen es más importante invertir los dólares en la misma mentira de votación y no darlo, por ejemplo, para apoyar la recuperación de Imías y San Antonio del Sur.
Por ahí anda Miguel Díaz-Canel con las mismas payasadas de siempre. “El pequeño David volvió a vencer al gigante Goliath, sí, con h lo escribió. La pequeña Cuba ha vuelto a derrotar al imperio vecino que, seguramente, ignorará con prepotencia la demanda mundial, pero la dignidad de este pueblo y la solidaridad universal han vuelto a derrotarlo”, dijo en X.
Él mismo se respondió solito: Estados Unidos ignorará toda esa fiesta cederista llevada en la ONU. Los gringos no están para eso. Tienen unas votaciones cruciales próximamente, el mundo anda al borde de una guerra mundial y, por supuesto, Cuba no existe para ellos.
Por lo tanto, sigan gastando dinero todos los años para que los países voten en la ONU. 187 naciones estuvieron a favor, dos en contra (Estados Unidos e Israel) y uno se abstuvo (Moldavia). En el 2025 será la misma película, aunque el gobierno norteamericano de turno seguirá cagándose en la ONU, en el bloqueo y en el castrismo. Así de sencillo.