PARA ENTENDER LA HECATOMBE (II)

SUGERENCIAS DEL REDACTOR JEFEPARA ENTENDER LA HECATOMBE (II)
Por Ulises Toirac
La Habana.- No hay que ver las cosas fijas en el tiempo ni desligadas de su momento. La Revolución Cubana transitó paulatinamente teniendo en cuenta la referencia dada anteriormente, referida a los puntos de apoyo de los que se valió económicamente, para sostenerse en pie. Haciendo oscilar el centro de gravedad desde un país con una economía robusta (dependiente de las inversiones americanas y en riesgo de entregar una jugosa parte a la mafia italoamericana) (aquí la cabronancia eran la corrupción, las desigualdades sociales y la mano durísima contra la oposición), a una nación populista en la que algunos parámetros sociales fueron impulsados vertiginosamente a costa de una pérdida absoluta de soberanía económica.
El proceso revolucionario no se impuso a la fuerza en el pueblo. Las imágenes del ocho de enero de 1959 lo demuestran. Lo sucedido en esos primeros meses lo demuestra. El rollo creció luego. Sean cuales fueran los propósitos abiertamente declarados o no. Es historia.
Y de una necesidad de mantenerse (la famosa «dictadura del proletariado»), a la necesidad de perpetuarse más allá de los límites históricos de sus necesidades fundacionales, fue un paso.
Pero todo es economía. Veamos. Para requerir un amplio apoyo popular, se necesitaba que el pueblo sintiera ese cambio. Se empezó por la loable campaña de alfabetización. Paso más que lógico en un país con los índices de analfabetismo de la época. También las leyes de reforma agraria sucesivas, que se erigieron en buena medida sobre el decomiso de tierras y propiedades a sus dueños en ese momento (sin mediar indemnizaciones). El pueblo «veía» viejos sueños haciéndose realidad.
EE.UU. por su lado, (en mi humilde criterio) no midió contrincante y fabricó estricta y necesariamente el combustible perfecto para afianzar la revolución: apoyo directo a alzados, ataque por tropas irregulares por Playa Girón, bloqueo naval, la cuota azucarera, planes encubiertos, crisis de misiles… la repingueta.
El creciente (y conveniente) apoyo de la URSS más la brillantez política en resolución de crisis de Fidel, anotaron tanto tras tanto en el marcador.
Los planes se hicieron más ambiciosos y megalómanos: se requería una universidad tecnológica mas grande e imponente que cualquiera en el mundo para demostrar la supremacía del socialismo. Se requirieron índices de salud superiores a cualquier país en el mundo para demostrar lo mismo. Cantidades de profesionales para lo mismo… Pero hay un detalle: las sociedades llegan a esos índices producto de un desarrollo económico, no a contrapelo de la economía. Un país supuestamente agroindustrial con mercados esclavos, deformación de todos los renglones económicos, con gastos e importaciones desconectados de los ingresos por obra y gracia de un sistema cambiario fantasma aupado por el CAME… no era el mejor escenario para imponerse esos índices, De hecho dedicaron importantes recursos que debieron ser destinados a consolidar la producción.
¡Pero todo iba bien! ¡Fiesta! La gente tenía cuota de la bodega y las latas de carnerusa se podrían en los «minimá». El hijo del guajiro Edelmiro se hizo médico y se fue pa’ la ciudad, y la hija de la obrera textil Mireya se hizo ingeniera y se fue pa’ otra provincia porque los planes… ya tu sabes. Se hacía «lo que había que hacerse por el pueblo» y había que mantenerse en el poder ante el desafío del enemigo. Unidad. Unidad. Unidad. Lo que yo diga es lo que es.
El peligro de la «desunión» aplastó los criterios. La visión se hizo única a costa de fuego y prisión, de desprestigio y exilio. No había cabida para opiniones divergentes o contrarias. Fuego al jarro. No los necesitamos.
Señor mío: Si en un campo que un guajiro (y su padre y su abuelo y el indio que dio inicio a la familia) lo que se da es el frijol colora’o… La respuesta a «Aquí lo que se da es el frijol colorao» no debe ser «Pues el pueblo necesita papas y tienes que entregar 10 quintales de papas a Acopio». Se llama respetar el criterio ajeno (y más: la experiencia) sea cual sea el propósito que traigas en la cabeza al venir a casa del guajiro. Las miradas desde los múltiples seres que componen una nación dan el mejor resultado vectorial final (la clase de suma de vectores se las dejo pa’ otro día).
Cualquier asomo de liderazgo divergente u opuesto fue estrangulado metódicamente tachándolo de enemigo. Año tras año. Tierra arrasada. Fin del cuento en esa gaveta. Ninguno sirve. Todos son unos desprestigiados, unos vivebien y/o unos mercenarios. Pa’l carajo todos ellos.

Check out our other content

Check out other tags:

Most Popular Articles

Verified by MonsterInsights