Por Arnoldo Fernández ()
Contramaestre.- Si por cultura en Contramaestre entendemos la que gestiona lo artístico, lo literario y lo popular en el espacio público local, y los resultados de esa gestión, si esa es la cultura objeto de valoración en esta encuesta* al movimiento cultural en la diáspora y aquí en el municipio, entonces parto de una interrogante: ¿cómo se pretende que exista ese tipo de cultura en Contramaestre, si la base material y humana que la gestiona no es capaz de construir consensos y establecer prioridades en la solución de sus problemas más acuciantes?
Si analizamos la cultura popular, el patrimonio intangible que por décadas identificó a este pueblo está al borde del suicidio: desapareció el movimiento de congas, desapareció el carnaval, desapareció la trova, desapareció el Café cantante, desaparecieron las agrupaciones de pequeño formato. Las orquestas ya no tienen matinés bailables, ni aquellos mano a mano tan naturales los fines de semana. Ya no hay cantores populares en las calles, ni personajes populares, ni repentistas, ni lugares de memoria en el pueblo.
Si analizamos la cultura artística y literaria, la mayoría de los escritores y artistas han sido excluidos de la política cultural, no existe consejo editorial del libro, consejo de las artes, desapareció el movimiento de talleres literarios, desaparecieron la mayoría de las peñas, desapareció el movimiento teatral, desapareció el movimiento de rock, desaparecieron los salones de artistas plásticos, desaparecieron los espectáculos… Hay serios problemas con el pago a escritores y artistas, porque la política cultural no cuenta, según sus funcionarios, con presupuesto para hacerlo. Algunos escritores han publicado fuera de fronteras, pero su obra ha sido ignorada y en algunos casos difamada por algunos funcionarios de cultura. El pensamiento crítico ha sido relegado a los márgenes, incluso ha sido objeto de censura e invisibilización desde lo oficial. Las filiales universitarias del pueblo perdieron los espacios de reflexión y crítica que unieron a intelectuales y profesionales para pensar la cultura como inclusión y no como exclusión. Se perdió el foro Diálogos por la Cultura que durante un tiempo fue espacio de consenso de artistas e intelectuales con las autoridades del pueblo. No hay comunicación institucional con las organizaciones no gubernamentales de la cultura, tampoco la hay en lo individual con la mayoría de los artistas, escritores, grupos creativos…
La red de eventos que distinguió al pueblo está en peligro de muerte: el Rock-evolucion desapareció, Orígenes tiene muy poco apoyo, incluso se condiciona desde lo oficial el financiamiento del mismo, es insostenible cada vez más realizar el Tierra adentro, igual el Cachao in memorian, lo mismo sucede con la jornada teatral La bota. Los eventos de historia local perdieron la calidad que durante décadas tuvieron. Las semanas de la cultura están vaciadas de contenidos y no tienen público, el movimiento de peñas desapareció, el Movimiento de Artistas Aficionados está deprimido…
Si analizamos la estructura institucional para gestionar la cultura:
Desaparecieron los cines y salas de videos para la proyección de películas cubanas y universales.
La Casa Museo Municipal Jesús Rabí y la Casa Memorial Orlando Pantoja presentan un estado precario, en el caso de esta última recibió una inversión de más de un millón de pesos, según fuentes consultadas, e inexplicablente no hubo mejora para el inmueble.
La biblioteca pública perdió su impacto en los lectores, no se destinan finanzas para mantener actualizados los fondos bibliográficos, se ha descuidado el fondo patrimonial pues no se cuenta con la mayoría de la obra publicada por autores de la localidad; el local de la biblioteca casi siempre permanece cerrado porque no se ha logrado solucionar la situación de sus servicios sanitarios, desapareció la sala de navegación de la misma, igual todas sus computadoras y colecciones de libros digitales conservados allí.
La Casa de la Trova fue convertida en espacio de ventas de emprendedores. Los artesanos que vendían su obra en el área exterior fueron excluidos de allí. Desaparecieron del interior de la misma todos los espacios que justificaban el objeto social de esta. El Círculo Amigos del Libro que pretendía tener su sede allí fue demagógicamente engañado por funcionarios oficiales.
Las librerías públicas están colapsadas, no cuentan con finanzas, ni combustibles, ni transporte, para gestionar la compra de libros que mantengan surtidos sus anaqueles. Las librerías han perdido el objeto social para la cual fueron concebidas.
En cuanto al sistema de casas de cultura es lo único que funciona en el municipio, pero sus acciones culturales no tienen el impacto de antaño, algunas de ellas, como la Isidro Iglesias del Rey perdió su patio, perdió su lunetario y no recupera su imagen visual definitiva.
Como escritor de este pueblo siento inmensa pena por el retroceso sufrido, durante el período 2017-2024, en la gestión y resultados de la cultura popular, artística y literaria. Muchas veces he advertido en espacios oficiales, sobre la crisis de esa gestión y sus resultados, otros también lo han hecho, pero nunca hemos sido escuchados; de no revertirse el problema con urgencia, será muy tarde luego para recuperar lo que se ha perdido y lo que está en riesgo de perderse definitivamente.
Martí fue puntual al referirse a la cultura:
«…la madre del decoro, la savia de la libertad, el mantenimiento de la República y el remedio de sus vicios, es, sobre todo lo demás, la propagación de la cultura.» Si no hay cultura: ¿en qué lugar queda el decoro, la libertad, la República, el remedio de los vicios?
*Encuesta a artistas y escritores de Contramaestre en la diáspora y en la isla.