Por Carlos Carballido ()
Dallas.- Texas es impredescible en el clima. Hasta anoche un calor robusto y esta madrugada el viento del desierto trae ese frio moderado, soportable pero molesto.
Ese frio que espanta a tanta gente indeseable hacia otros estados, y a los que deciden quedarse, siempre tienen su mente en lugares mas cálidos hacia los que esperan moverse en un futuro no lejano.
Y que bueno que así es.
Este no es un estado para gente floja.
Yo eché raíces aquí. No será facil desraizar el alma de una tierra extraña, a veces extrema pero que me enseñó a desafiar calor extremo e inviernos frios y secos, que de tan secos aturde los sentidos mientras sopla el viento del noroeste.
El invierno es al final una estación tranquila, algo deprimente pero magnífica para repasar la vida que hemos tenido, las estériles acciones lanzadas al diario vivir, frustraciones y, sobre todo, que al final solo quedan tú y tus circunstancias: una chimenea en las noches, los maderos ardientes y crujientes, el silencio, un perro que te acompaña y el calendario que martilla los huesos.