Por Joel Fonte ()
La Habana.- Si no se ha vivido bajo el castrismo, si no se conoce la amplia variedad de recursos que articula este régimen para manipular las mentes de millones de seres humanos y mostrarse ante los cubanos y ante el mundo como «una revolución que logró el mito romántico de David contra Goliath», se necesita entonces de una alta dosis de incredulidad, de desconfianza, para no sucumbir a tanta mentira.
Y, ¿qué hay de asombroso en que incluso muchas de las más altas inteligencias sucumban a la propaganda ideologizante por no estar debidamente informadas…?
En medio del auge del fascismo, por ejemplo, su gestor, Benito Mussolini, a quien luego la historia reconocería como uno de los mayores criminales internacionales, era aplaudido por muchos de los principales políticos y pensadores de su época.
Churchill, por ejemplo, afirmó en su correspondencia a Mussolini que ‘de ser italiano, habría estado a su lado’; Ghandi, por su parte, lo calificó de ‘superhombre’, e ‘inalcanzable’, mientras que Perón aplicó las políticas laborales de Mussolini en Argentina con gran apego al admirado dictador.
Incluso Franklin Delano Roosevelt impuso medidas económicas como parte del New Deal motivadas por el fascismo.
No subestimemos jamás entonces a los asesinos que advertimos claramente mientras pasan ocultos bajo la mirada de millones que actúan como rebaño.
Esos delincuentes internacionales que son los criados que Raúl Castro instaló en el Poder para que le eviten la caída por un poco más de tiempo, que apoyan invasiones terroristas a Ucrania, a Israel, dónde se masacra a miles cada día, solo porque los gestores de tales actos son sus aliados o amos, son corruptos, son cobardes, son incompetentes, pero tienen el Poder de poner a sus servicios amplios recursos, incluidas las inteligencias de malos cubanos a quienes en pago arroja migajas.
Busquemos la Verdad, y ayudemos a difundirla.
¡No más dictadura en Cuba!