Por Juan Carlos Reyes Diaz ()
La Habana.- Me pidieron que escribiera sobre los intentos de asesinatos contra Antonio Maria Claret, el misionero que hizo las profecias sobre Fidel Castro en la Sierra Maestra, y acá van unos datos.
Claret, desde que llegó a suelo cubano, tuvo una amplia actividad en la isla, que no se resumió solo a la evangelización, sino que trabajó fuerte en la creación de órdenes religiosas que no existían en Cuba, entre otras actividades de carácter caritativo.
Preámbulo al comienzo de la gesta de 1968, ya en Cuba se respiraba un ambiente hostil
por el deseo de comenzar la lucha por la independencia del dominio español.
En una ocasión, cuatro sublebados contra el gobierno español fueron hechos prisioneros y condenados a muerte, sus familiares pidieron a Claret que intercediera por los prisioneros.
El catalán envió dos misivas al general Concha, quien le negó su petición. Por este motivo Claret se ganó la enemistad de los cubanos, que eran partidarios de la anexión a los norteños y estos idearon un plan para envenenarlo, pero no tuvieron éxito.
El segundo atentado contra la vida de Claret ocurrió en la ciudad de Holguín, en 1856, donde fue atacado con un arma blanca, recibiendo heridas en los brazos y en la cara, pero se desconocen los motivos.
Claret trabajo sin descanso en la zona oriental, en ciudades como Gibara, Holguín, Bayamo, Yara, Baracoa, Santiago de Cuba, Puerto Príncipe y Nuevitas. Poco tiempo después en 1857, abandonó la isla respondiendo a un llamado urgente que había recibió de la reina.