Por Joaquín Márquez ()
Bayamo.- Los jóvenes detenidos en la comunidad granmense de El Zarzal, por las manifestaciones del pasado jueves, 3 de octubre, continúan incomunicados en esta ciudad, la capital de la provincia de Granma, y sus familiares temen que estén siendo torturados, según informó un amigo de los detenidos.
El amigo de los presos, que también formó parte de los que salieron a manifestarse pacíficamente en el parque Calixto García, de la referida comunidad, perteneciente al municipio Bartolomé Masó, pero que no fue detenido, intentó acercarse al sitio donde, supuestamente, están presos, pero no obtuvo información.
«Sus familiares y yo tememos que los estén torturando, como es habitual en estos casos y más en estos lugares, donde es habitual que la policía se extreme», comentó a El Vigía de Cuba.
Los manifestantes salieron a pedir libertad, alimentos, medicinas para sus hijos, fluido eléctrico entre otros derechos elementales para el ser humano, en una protesta antecedida por semanas soportando apagones de 20 y 22 horas diarias.
Sin embargo, en la manifestación no se reportaron actos violentos, detenciones, ni enfrentamientos con la policía. Los participantes de la protesta masiva solo ejercieron su derecho constitucional a manifestarse en un lugar público de manera pacífica.
Un día después, sin embargo, miembros de la policía política del régimen cubano irrumpieron violentamente en varias viviendas de los manifestantes y se los llevaron secuestrados de sus hogares.
Dentro de los prisioneros se encuentran los jóvenes Alfredo Puebla Sutil (padre de 3 niños), Maiquel Vázquez González y Rafael Reyes Manso.
Hasta ahora, la familia no ha podido tener contacto con los apresados, y cree que los mantienen en El Punto, como se conoce al DTI de Bayamo, sitio donde retienen y torturan a los que la policía quiere sacarle información.
«Hasta el momento los están acusando de desacato y desorden público, pero ellos no quieren firmar documento alguno y alegan que son inocentes», comentó la fuente.
Con esas acusaciones fueron condenados muchos cubanos tras los sucesos del 11 de julio de 2021, lo mismo que en Nuevitas, en Guantánamo y en cualquier otro lugar donde hayan protestado posteriormente.
La policía, en contubernio con autoridades judiciales vendidas, y abogados afines al régimen, han mandado a las mazmorras castristas a miles de jóvenes solo por protestar contra el gobierno, responsable de la cada vez más inhumana vida que llevan los cubanos.