Por El Yeti Cubano ()
La Habana.- Vladimir Molina quiere convertirse en fotógrafo personal de la primera dama de Cuba, la llamada Lis Cuesta, más conocida como ‘La Machi’ en el mundo de las redes y la farándula.
Es un arribista el tal Vladimir, un chivatón y lamehuevos -y me perdonan la palabra- quien trabaja para la agencia oficialista Prensa Latina y cuyo muro de Facebook está lleno de personajes importantes del castrocanelismo. Si entran a su perfil, verán fotos de Díaz-Canel, Manuel Marrero, muchas de Raúl Castro y Esteban Lazo, además de «generales y doctores».
Ya está cansado Vladimir de trabajar para la referida agencia, donde su trabajo, que el considera ‘genial’, y que dista mucho de serlo, no es reconocido, y busca otro sitio, y sabe que si hace algo que agrade a algún pez gordo del gobierno, lo pueden llamar y ofrecerle un puesto más lucrativo que el de andar en una moto haciendo actos de poca monta.
Y entonces, mandó un mensaje: una foto de La Machi con el siguiente texto: «Con tú (así con tilde lo puso él, como pronombre personal y no posesivo) mirada y esa sonrisa conquistarás el mundo mujer cubana».
Y aquí vale analizar algunas cosas: lo primero es que la primera dama de Cuba tiene una sonrisa desastrosa, fea, de mal gusto, detestable, porque, además, tiene un esmalte feo en sus dientes, como se puede ver en las fotos. Y su mirada no enamora a nadie, ni al mismísimo Díaz-Canel, quien fue desde siempre un tipo de mal gusto pero de buen apetito.
Si yo fuera La Machi, me tomaría lo del fotógrafo como una burla, pero ella se lo tomará como la más grande de las loas, porque cree, de verdad, que tiene unos ojos preciosos, una mirada soñadora, y una sonrisa que encanta.
Así es la vida. Así anda Cuba. Es solo una pincelada de domingo, para reírnos un poco, de La Machi y del chicharrón de Vladimir Molina.