Por Oscar Durán
La Habana.- Septiembre fue un mes duro para los cubanos. Posiblemente de los más duros en los últimos 30 años. El país es un calvario, metido en la pata de los caballos ante tanta escasez y desgracia.
La gente empezó a cocinar con carbón, la luz te la ponen seis horas al día. La canasta básica brilla por su ausencia, los precios elevadísimos, la delincuencia desatada, la basura a granel, mientras “nuestro presidente” de tour por México con su Machi en un jet privado.
Así iniciamos octubre. Peor, imposible. No sabemos qué inventar para sobrevivir. El dengue y el oropouche haciendo de las suyas y sin medicamentos para controlar estas enfermedades. Estamos bien jodidos, pero la cúpula está tranquila porque, a pesar de tanto desastre, el ganado está controlado.
Fíjense si lo de nosotros es lo más grande con la más chiquito, que Díaz-Canel tiene el país hundido en la mierda y se va con tremenda tranquilidad a la toma de la Sheinbaum, como si las cosas aquí estuvieran como en Suecia o Dinamarca.
Octubre viene para campeones. Eso lo sabe malanga. Te recomiendo ver el noticiero todos los días porque ahí todo está lindo y sería bueno despejar tu mente con tantas mentiras. Total, si ni rezando siete padres nuestros por minuto nos vamos a salvar de tanta debacle.
Y los dejo, porque hoy estamos a tres de octubre y voy a la panadería a buscar el pan del 29 de septiembre.
Así estamos. Te damos las gracias por todo, Canel. Cuba avanza en octubre y eso les duele.