Por Freddys Núñez Estenoz ()
Camagüey.- Y un día ya no tendremos el silencio como único refugio a nuestro dolor, a nuestra miseria.
Y un día tendremos luz…, no luz trivial de bombillas y linternas…, TENDREMOS LUZ, LUZ con mayúscula…, luz para nuestros hijos, nietos, luz que alcance para fundar los cimientos de un futuro real, no esta burla de futuro prometido, futuro raquítico, pandémico y moribundo.
Y un día nuestros jóvenes no consultarán las brujulas buscando el norte magnético y salvador…, el norte será aquí…, y aquí querrán tener descendencia, aquí querrán plantar un árbol, comer sus frutos, aquí será su norte, aquí…, aquí.
Y un día las madres no estarán solas en los cumpleaños y en los almuerzos de domingo…, y un día las abuelas no dirán ADIÓS con la certeza de que es el último adiós, el último beso, el último abrazo.
Y un día dejaremos de ser el país más triste del universo y volveremos a bailar el son con ese orgullo arrollador que nos definía en medio mundo.
Y un día la verdad será verdad y la vida se parecerá a la vida…, y quizás recuperemos la poesía, las ganas de soñar…, y quizás la motivación alcance y hagamos planes y organicemos un rencuentro con nosotros mismos, con esa parte de nosotros que se ha extraviado en este desastre de apuntalar la vida.
Y un día en el cine de nuestra existencia solo se proyectarán películas de amor…, películas con finales felices, películas sin moralejas, películas en blanco y negro y a color, películas donde no estén ustedes, ni ellos, ni aquellos, películas donde nosotros seamos los únicos protagonistas.
Y un día…, no tendremos historia, partiremos de cero, no tendremos héroes que adorar, mártires que venerar, himnos que aprender y cantar…, un día seremos nosotros la historia, nuestro cuerpo lleva las marcas, las auténticas marcas de este tiempo difícil donde lo hemos perdido casi todo…, donde queda poco o nada.
Y un día…, te buscaré PATRIA QUERIDA y preguntaré que fue de ti…, y me responderás con la sonrisa de quien ha ganado la batalla y entonces podré irme feliz, podré irme en paz…, nada es para siempre, nada.