Redacción Internacional
Jerusalén.- El conflicto en el Oriente Próximo se calienta, porque Irán está bombardeando en estos momentos la ciudad de Tel Aviv. El ataque eleva aún más la tensión en esta guerra y ha puesto en funcionamiento la Cúpula de Hierro (Iron Dome, en inglés)
La Cúpula de Hierro es un sistema de defensa antimisiles desarrollado por Israel, diseñado para interceptar y destruir cohetes de corto alcance y proyectiles de artillería que se dirigen hacia áreas pobladas.
Fue creado por Rafael Advanced Defense Systems, con la participación de Israel Aerospace Industries (IAI) y el apoyo financiero y tecnológico de los Estados Unidos, y constituye una pieza clave en la estrategia de defensa de Israel contra las amenazas de misiles provenientes principalmente de grupos militantes en la Franja de Gaza, como Hamás, y del sur del Líbano, donde opera el grupo Hizbulá.
El desarrollo de la Cúpula de Hierro comenzó tras la Segunda Guerra del Líbano, en 2006, cuando Israel fue atacado con miles de cohetes lanzados por Hizbulá desde el Líbano. Estos ataques mostraron la vulnerabilidad del país frente a amenazas asimétricas que no podían ser detenidas por los medios convencionales. Al mismo tiempo, la escalada de ataques con cohetes desde la Franja de Gaza también fue un factor determinante que impulsó el proyecto.
La fase inicial del desarrollo comenzó en 2007 y, tras varios años de pruebas y perfeccionamiento, la Cúpula de Hierro se declaró operacional en 2011. El primer despliegue de este sistema tuvo lugar cerca de la ciudad de Beersheba, una de las más amenazadas por los cohetes disparados desde Gaza.
La Cúpula de Hierro está compuesta por tres componentes principales:
- Radar de detección y seguimiento: Este radar es capaz de identificar el lanzamiento de un cohete o proyectil desde su punto de origen, calcular su trayectoria y determinar si se dirige hacia un área poblada o crítica.
- Centro de control de batalla (BMC): El centro de control es el «cerebro» del sistema. Con los datos proporcionados por el radar, evalúa rápidamente si el proyectil representa una amenaza real. Si es así, se toma la decisión de interceptarlo.
- Lanzadores de misiles interceptores Tamir: Si el centro de control determina que el cohete caerá en un área poblada, el sistema lanza un interceptor, denominado Tamir, que es guiado hacia el proyectil entrante. El misil interceptor explota en el aire cerca del cohete enemigo, neutralizándolo antes de que cause daños.
Uno de los aspectos más destacados de la Cúpula de Hierro es su alta tasa de éxito, que ha sido reportada en torno al 90 por ciento en muchos enfrentamientos. Este nivel de efectividad ha convertido al sistema en un pilar de la defensa israelí, protegiendo a las principales ciudades del país y a su población civil de los constantes ataques con cohetes.
La principal ventaja estratégica de la Cúpula de Hierro es su capacidad para proteger a la población civil de ataques que, de otro modo, causarían muchas bajas y destrucción de infraestructura. Antes de la creación del sistema, los habitantes de ciudades como Sderot o Ashkelon sufrían constantes bombardeos y solo contaban con refugios para protegerse. La Cúpula de Hierro ha transformado esta realidad, brindando a Israel más tiempo y capacidad para responder a las agresiones sin sufrir tantas pérdidas.
Otro aspecto relevante es que, al interceptar los cohetes, la Cúpula de Hierro reduce la necesidad de represalias militares inmediatas, lo que contribuye a contener las escaladas violentas. Esto no significa que los enfrentamientos se detengan, pero permite a Israel evitar respuestas masivas que puedan empeorar la situación en términos diplomáticos o humanitarios.
Un sistema costoso y que no es totalmente infalible
Otra limitación es el coste de operar el sistema. Cada interceptor Tamir tiene un precio aproximado de entre 40.000 y 100.000 dólares, lo que representa una inversión considerable para cada ataque interceptado, especialmente cuando los cohetes lanzados por Hamás o Hizbulá son mucho más baratos de producir.
