Por Manuel Viera ()
La Habana.- Hay personas que no merecen ni una palabra. Uno, un artista tiene que ser siempre un artista, porque los grandes jamás usaron las cámaras para el ridículo. dos, un artista se debe a su pueblo, y no vive de espaldas a él.
Tres: En Cuba, hasta el libro para aprender a leer en primer grado habla de política y aún cuando se impone el miedo no hay un solo cubano que no hable de ella.
Cuatro: Los medios en Cuba hablan más de política que sus similares en ningún otro lugar del mundo, solo que son mono-politicos.
Cinco: ¿Que hace en Estados Unidos si le gusta tanto Cuba y su estado actual? Si aquello le incomoda tanto, que eche para acá, con los galones ganados es seguramente bienvenido.
Seis: Hoy saldrán los militantes a cumplir la honrosa tarea de apoyar a su artista, un artista que se fue de Cuba, un artista que vive en Miami… Un artista que no habla de política.
Siete: Ha hecho concesiones con el dólar de los dos lados del charco y para ello no se habla de política.
Ocho: Artista que da la espalda, que no es capaz de transmitir realidad, no merece el apoyo de nadie. No hay dolor en decir que Cuba es hoy un disparate económico, político y social.
Nueve: No es tan bueno con el bolígrafo, apenas intentó contestar. Un bolígrafo ágil jamás se hubiera levantado de esa silla.
Diez: Definitivo diagnóstico, síndrome de Estocolmo inducido por el color de los dólares y cabronitis congénita aguda aún por medicar.