Por Jorge Menéndez ()
Cabrils.- No contentos con el nuevo decreto sobre la producción y comercialización de productos del agro, el gobierno de Cuba se lanza a fomentar en las pequeñas y medianas empresas los comités de base del partido y la juventud comunistas, como un mecanismo más de control, que en la práctica supone la expropiación a sus dueños de la empresa, toda vez que asumirá, como sabemos todos, la gestión de cada una, no sobre bases económicas, sino sobre el pensamiento político del gobierno.
En otras palabras, la UJC y el Partido serán los dueños.
Yendo más allá, hoy confirman la creación del Instituto de Actores Económicos no Estatales, y su función, según el gobierno, será orientar, controlar el buen desarrollo y el buen hacer de las empresas no estatales.
Esto, en buen cubano, se traduce en un Instituto de Extorsión, que no producirá absolutamente nada, solo gastos en salarios, y más corrupción.
Partiendo de la implantación de lo del Partido y la UJC en las pymes, me preguntó si realmente era necesario. Y está claro que el gobierno de Díaz-Canel está creando sus mecanismos de control a todos los niveles, pues no ha olvidado el momento en el que mandó a su pueblo a una guerra civil, y trata de adelantarse a lo que pudiera sobrevenir. El gobierno tiene claro que las pymes son un elemento perturbador a su tranquilidad política.
Subida de impuestos, aranceles en dólares, bancarización, imposibilidad de financiarse desde el exterior, implantación de la UJC y el Partido, Instituto de Actores Económicos no Estatales. Todo esto no es más que un proceso para eliminar todas las pymes, a excepción de las de los hijos y amigos de la diligencia. Eso está a la vista.
La autonomía de las empresas desaparece de facto con todas estas medidas y volveremos hacia atrás. En este marco es imposible un desarrollo del sector no estatal.
La apuesta está hecha a favor de la Empresa Socialista controlada por el gobierno y sus esbirros, rompiendo cualquier marcó de convivencia entre lo estatal y privado. Pero, resulta totalmente paradójico que un país donde hay más de un millón de personas que no tienen servicio de agua potable, donde no hay luz, ni comida, ni transporte, el gobierno esté enfrascado en una cruzada contra las pymes y no resolviendo los acuciantes problemas de pobreza general que padece el pueblo.
Esto pone de manifiesto las prioridades reales del gobierno por mantenerse en el poder.