Por Mauricio de Miranda ()
Cali.- Como ciudadano español, como progresista que sigo siendo, como socialdemócrata convencido, como votante del PSOE -algo que dejaré de hacer a partir de ahora mientras Pedro Sánchez continúe al frente del Partido- me indigna la posición vergonzosa del gobierno de España de prestarse a la violación de los derechos de Edmundo González cuando permitió que la vicepresidenta Delsy Rodríguez, a quien se le prohibe pisar territorio de la Unión Europea y al presidente de la Asamblea Nacional del régimen Jorge Rodríguez, hermano de la anterior, llegaran a la misión española para obligar a Edmundo González a firmar un documento (que hasta ahora no sabemos qué dice pero ya lo podemos imaginar) para que pudiera salir del país.
No voy a cuestionar que González hubiera aceptado firmar dicho documento. Sin embargo, solo diré que asumir un liderazgo político tiene un precio y a veces suele ser muy alto y o se está dispuesto a pagarlo o no se asumen ese tipo de liderazgos.
Pierde su valor aceptar como cierta una mentira, aunque esta aceptación se haya producido bajo presiones que pueden incluir toda la bajeza que puede asociarse a cualquier tipo de chantaje.
No estoy pidiéndole al señor González una «inmolación», pero no tenía por qué inmolarse al estar en la residencia oficial de la legación española. Lo dejo ahí.
Sin embargo, y esto es lo más importante de mi post, es la posición del gobierno de España la que considero cobarde.
Resulta inadmisible que el PSOE se haya opuesto a las resoluciones presentadas por el PP en la Cámara de Diputados y en Senado de España, por medio de las cuales se insta al gobierno a reconocer la victoria electoral de la oposición. Y es que la única evidencia que el mundo ha visto de estas elecciones son las actas publicadas por la oposición y las que se han negado a presentar el gobierno y las instituciones como el CNE y el TSJ, que lejos de ser independientes son parte de ese régimen.
Es vergonzoso que un partido que se denomina democrático y que jugó un rol decisivo en la superación de la dictadura franquista y el restablecimiento de la democracia en España, no haya tenido el coraje de reconocer la voluntad del pueblo venezolano y con su cobardía le de un apoyo implícito a la vulgar tiranía de Maduro.
Ya es vergonzosa la actitud del expresidente José Luis Rodríguez Zapatero, pero que el gobierno de España encabezado por Pedro Sánchez se convierta en cómplice de una dictadura lo inhabilita como gobierno y partido democrático. Inadmisible y vergonzoso.
¿Que esto lo aprovechan el PP y VOX? Sí, cierto, sobre todo por la cobardía de quienes hoy dirigen el PSOE, que les han dejado a la derecha el espacio de la defensa de la democracia.
¡Qué lejos está ese partido de aquel que en otra época defendía los derechos de los trabajadores! ¿Es que acaso se acobardaron por las diatribas pronunciadas días antes por Jorge Domínguez en la Asamblea Nacional cuando llamó al gobierno venezolano a romper relaciones diplomáticas con España?
EL GOBIERNO ESPAÑOL
Los ciudadanos españoles que defendemos la democracia debemos exigirle al gobierno de España que explique por qué una señora que tiene prohibida la entrada en territorio de la Unión Europea violó esta prohibición para chantajear a Edmundo González en la mismísima misión española, que es territorio de España y, por tanto, de la Unión Europea.
