Por Arturo Mesa ()
Atlanta.- Este martes molestaron dos noticas, una del Granma y la otra de Diario de Cuba. Granma nos deleita con un texto del que se va a hablar por rato. “Los cobardes y los valientes”, que fuera concebido nada más y nada menos que en el seno de la UNEAC.
Dentro de esa organización de avanzada cultural se ha escrito el texto más turbio e indescifrable de los últimos tiempos. No importa que la mayoría de los miembros sean escritores, el texto como tal tiene valor cero, no alude a nada y el lenguaje más enredado no puede ser.
Hay supuestos, pero no aflora la valentía de dejar en claro de qué se trata y si usted no es usuario de las redes va a entender mucho menos. No es otra cosa que una retórica vacía que lo mismo apunta a la revolución del 59 que a la del 68 y, para colmo, no hay una firma clara de quién ha escrito semejante basofia.
Eso habla de una sencilla falta de convicciones y valor para enfrentar lo que sea y termina siendo el típico brete al que estamos sometidos a diario.
Claro, si usted sabe un poco de redes, sabe de qué (o de quién se trata) pero es tanto el miedo a mencionar un nombre que queda todo a nivel de brete.
Pero el colmo del asunto lo da la contraparte. Si usted lee la noticia dada al respecto por Diario de Cuba se encuentra que el análisis es peor porque ellos tienen su hoja de ruta y para confundir son maestros.
“La Uneac busca culpables tras la ola de indignación por la expulsión de Alina Bárbara”. De hecho, si usted lee a profundidad el texto original, se da cuenta (aunque no te lo dicen) que está hecho justamente en contra de Alina y lo que ella representa como voz de cambio. Está elaborado muy fríamente en contra de cualquier cambio aunque venga de la misma Constitución. Pero lo importante para Diario de Cuba es hacer correr la bola de que hay indignación por la expulsión y que otros han pedido también ser separados de la organización cuando no existe indicio al respecto.
Eso es lo que quieren ellos que usted lea aunque la noticia sea sencillamente lo contrario. Para colmo, acuden al comodín de: “confirmamos con fuente de la isla que al menos una decena de miembros presentaron su renuncia”, y no mencionan ni a un solo nombre, quizás el de Jorge Fernández cuya posición es más que conocida.
Vaya que somos el caballo que va buscando la zanahoria delante de sus ojos, lo que pasa es que en nuestra situación, son dos las zanahorias y vienen desde dos direcciones diferentes aunque ambas con la misma mala intención.
