Por Joel Fonte ()
La Habana.- Democracia es más que alternancia en el Poder, más que elecciones libres para elegir gobernantes y estructuras de ese Poder; la Democracia excede la necesariedad de la existencia e independencia de los poderes públicos separados para que funcionen como límites y contrapesos a los excesos de los otros.
La Democracia es -por sobre todo- que esos gobiernos que resultan legítimamente electos por las mayorías y que cumplen las reglas que exige el ejercicio público, procuren mayores y más amplias libertades para los gobernados, entendiendo siempre que el Estado es un instrumento de la ciudadanía para el logro de sus fines, para la construcción de mayores espacios de libertad política, económica, social, cultural, religiosa… y no un instrumento para controlar y moldear a esa ciudadanía, para atraparla en redes de esclavitud.
Entonces, que una minoría organizada -Partido comunista del Castrismo- , que ha asaltado el Poder por la fuerza, negándose a abandonarlo e instalando una dictadura cruel, bárbara, se diga «democrática» no solo es una burla, un insulto a las inteligencias que se reúnen en una nación, sino un crimen que tiene que ser enfrentado y castigado severamente.
Despertemos del largo inmovilismo a que nos han empujado por décadas, y entendamos que, quien consciente de su civismo quiera Patria, debe procurarla con sacrificios.
Basta de tolerar injusticias. No más temor. No más dictadura Cuba.