¿HAY ALGÚN MOTIVO PARA CREER EN EL CASTRISMO?

Desde la Cofa¿HAY ALGÚN MOTIVO PARA CREER EN EL CASTRISMO?

Por Jorge Sotero ()

La Habana.- Un viejo amigo, de esos que mantengo desde los años del Preuniversitario, allá en Cumanayagua, me dice que soy incrédulo siempre y que tal vez debería darle un voto de confianza al gobierno cubano, algo así como un plazo para saber si son capaces de sacar adelante el país.

No pude menos que reírme en su cara. Es mi amigo y no se molestó por mi carcajada, porque tal vez habló como el abogado del diablo, pero lo cierto es que no tengo motivo alguno para creer en el gobierno. Desde hace muchos años le perdí la fe y ahora, que van de mentira en mentira, les creeré menos.

No voy a creerles el cuento del bloqueo, una historia vieja y descafeinada, en la que ya no cree nadie, incluso ni ellos mismos, por más que el Hombre de la Limonada pida siempre que «quiten el bloqueo y vamos a ver a cómo tocamos». Ni aunque todos los países miembros de la ONU, incluyendo Estados Unidos, voten a favor de Cuba en la Asamblea General, creeré en un supuesto embargo, más duro dentro que desde fuera.

No se puede creer en quienes van de bandazo en bandazo, cual si navegarán siempre en mar de leva, en una frágil embarcación que hace aguas desde hace mucho tiempo, y con el timón perdido nada más salir del puerto.

Paso de las promesas de cada dirigente, en los sermones diarios, en las informaciones cargadas de optimismo falso de los medios de difusión, de las promesas del presidente, las cuales ya nadie cree, porque actúa como el bodeguero que advierte que hoy no fiará, pero mañana sí. Solo que este lo hace de año en año.

¿Cómo voy a creer en un gobierno que no ha sabido proteger ni las escuelas, que no ha encontrado la forma de garantizar los libros para los estudiantes, ni pupitres donde sentarse los educandos, y que no tiene profesores para ponerlos frente a un aula? Casi 24 mil docentes faltaban en agosto, según información de la ministra de Educación y si les parecen pocos, saquen el por ciento de los 156 mil que necesitan en total.

¿Cómo voy a creer en un gobierno que es incapaz de mantener la higiene en los hospitales, garantizar los insumos necesarios, incluso los más elementales, como un suero para un paciente deshidratado o una inyección para alguien con un dolor? Por no haber, no hay medicamentos para casi ninguna afección y los salones quirúrgicos no funcionan porque no hay especialistas ni insumos

¿Se puede creer en un gobierno que ha convertido a los cubanos en personas sin movimientos, porque no hay transporte para nada, y que luego se atreve a vender un vehículo de gama baja, comprado en cualquier lugar, al triple del precio de uno de gama alta, como si cada cubano fuera un futbolista con un salario millonario y lo pudiera adquirir sin más?

¿Puedo confiar y creer en un gobierno que mata al pueblo de hambre, que hace reuniones y más reuniones y habla de aumentar la producción y no destina nada de dinero para que los campos produzcan algo y, en cambio, destina hasta el 28 por ciento del presupuesto a inversiones hoteleras?

¿Cómo voy a creer en unos políticos que, por tener a sus compatriotas, que ellos consideran siervos, controlados, no se cansan de aprobar medidas tras medidas, hasta llegar a prohibir el famoso paquete semanal, la única forma de esparcimiento de la inmensa mayoría de los cubanos?

¿Se puede creer en un gobierno corrupto, que no permite a nadie levantar cabeza, que restringe cada vez más la libertad particular, y le abre las puertas a los de apellido Castro, a los hijos de los generales, de los altos dirigentes, cuyos descendientes se pasean por el mundo cual si fueran magnates y no ladrones que han esquilmado al pueblo?

¿Acaso sería justo darle un voto de confianza a los herederos de los ladrones, de los asesinos, de los corruptos que destruyeron una isla otrora pródiga hasta convertirla en el segundo país más pobre de América, y cuidado no en el primero?

Mi amigo sabe que no creo, y no solo no creeré yo, sino que haré todo lo posible porque el resto de las personas que conozco, o en las cuales tenga influencia, tampoco lo haga.

No crea nunca en el castrismo, que es la peor versión del comunismo, mucho más mala y asesina que el Chavismo o el Sandinismo, y mucho peor que lo que viven los países con regímenes totalitarios de Asia.

¡No crea!

Check out our other content

Check out other tags:

Most Popular Articles

Verified by MonsterInsights