Bogotá.- El Tribunal Administrativo de Cundinamarca ha ordenado a las autoridades colombianas, incluido el Gobierno, a que tomen medidas de manera inmediata para acabar de una vez por todas con los hipopótamos que, hace muchos años, fueron importados de manera ilegal al país por el narcotraficante Pablo Escobar.
Los «hipopótamos de la cocaína» estaban en la Hacienda Nápoles, una vivienda de alta gama que era de Escobar, convertida en un zoológico privado en el departamento de Antioquia. Desde la caída del cartel de Medellín, esta población de hipopótamos creció de manera descontrolada, siendo una amenaza para el ecosistema y alrededores locales, como por ejemplo el municipio de Puerto Triunfo.
La sentencia afirma que el Ministerio de Ambiente tiene hasta tres meses para tomar acciones y que acaben con la reproducción de estos animales, ya que su proliferación representa un gran riesgo para la biodiversidad de la región.
Según varios medios colombianos, esta orden viene por una denuncia que se presentó por parte de activistas medioambientales acusando a las autoridades de no hacer nada al respecto.
Los hipopótamos se han adaptado perfectamente a las condiciones del lugar, viéndose afectados las aves, peces, tortugas, nutrias… del entorno por la invasión de estos, ya que por su gran tamaño y alimentación alteran los cuerpos de agua y acaban con la vegetación local.
Esta demanda de los activistas afirma que los hipopótamos son una amenaza ambiental y para la población humana cercana, ya que pueden ser peligrosos si son amenazados. Las personas residentes de Puerto Triunfo han informado acerca de varios incidentes en los que estos animales han atacado a ganado y personas.
De esta manera, con esta sentencia se espera erradicar de una vez por todas en el país colombiano este problema que tantos dolores de cabeza viene causando en los últimos años.