Tomado de MUY Interesante
Hechiceras, protectoras y consejeras espirituales que fueron tan veneradas como temidas en el mundo nórdico.
Madrid.- Entre los vibrantes personajes de la historia de los vikingos, las völvas destacan como figuras enigmáticas y poderosas. Estas mujeres, practicantes de la antigua forma de magia conocida como seiðr, eran consideradas visionarias capaces de predecir el futuro y comunicarse con otros reinos. La sociedad vikinga las valoraba no solo por sus habilidades proféticas, sino también por su papel esencial en rituales y como consejeras espirituales. El dominio de las völvas sobre lo místico y lo chamánico las situaba en una posición privilegiada dentro de la comunidad.
El origen de las völvas
Las völvas, cuyo nombre deriva del nórdico antiguo vǫlva, que significa «portadora de bastón o vara», tienen raíces que se hunden profundamente en la historia escandinava, pues su existencia de remonta a más de 2000 años antes del auge de la era vikinga. Estas figuras místicas eran fundamentales en las comunidades nórdicas como médiums espirituales, guardianas de la sabiduría ancestral y prácticas rituales. Su prominencia en la sociedad vikinga se debe en gran parte a la estructura social y espiritual de la época, que valoraba profundamente lo sobrenatural como un componente esencial del tejido de la vida cotidiana y el gobierno óptimo. El papel de las völvas como intermediarias entre lo humano y lo divino, capaces de influir en los acontecimientos mundanos a través de sus visiones y magia, era tanto una manifestación de su poder individual como un reflejo de las creencias y necesidades culturales de su tiempo.
Red social de brujas y consejeras
Las völvas desempeñaban un papel crucial en la sociedad vikinga, no solo como practicantes de la magia, sino también como consejeras y líderes espirituales. Su influencia se extendía desde la resolución de conflictos hasta la toma de decisiones críticas en tiempos de guerra o crisis comunitarias, colaborando estrechamente con los líderes y guerreros. Estas mujeres eran veneradas y temidas, lo que les confería un estatus casi sagrado dentro de sus comunidades.
Sin embargo, la práctica del seiðr por parte de los hombres era vista con suspicacia y a menudo se asociaba con la ergi, un término peyorativo que implicaba una falta de virilidad. Esta percepción subraya un estigma cultural significativo contra los hombres en roles tradicionalmente femeninos dentro de estas prácticas espirituales y mágicas, destacando la complejidad de género en la antigua sociedad nórdica. Las völvas, por su parte, manejaban un poder que, aunque centrado en lo femenino, desafiaba las nociones convencionales de género a través de una autoridad y autonomía excepcionales.
Magia y rituales de las völvas
Las prácticas mágicas de las völvas eran rituales que requerían una meticulosa preparación y una serie de objetos simbólicos. La indumentaria de una völva era distintiva y rica en simbolismo: túnicas de colores vivos, guantes y un sombrero de piel de gato, complementados por un bastón o vara decorada, esencial para la ejecución de sus rituales. Este bastón servía como un símbolo de su autoridad y poder, además de como un conducto mágico a través del cual se canalizaban las energías necesarias para realizar seiðr.
Las völvas entraban en trance para comunicarse con los espíritus y viajar a otros reinos. A menudo, estos rituales se realizaban con la ayuda de cantos y tambores, y se llevaban a cabo en lugares especiales que se consideraban puertas de acceso a otros mundos. Durante estos estados alterados de conciencia, las völvas podían obtener visiones del futuro o consejos sobre asuntos urgentes, desde cosechas hasta conflictos bélicos, influyendo así directamente en las decisiones comunitarias.
Además, se creía que las völvas poseían la capacidad de abandonar su cuerpo físico y realizar viajes espirituales. Esta habilidad les permitía, por ejemplo, espiar a otros clanes o viajar a lugares distantes para recoger información crucial o influir en eventos importantes. Estas expediciones espirituales eran vitales en situaciones de crisis, donde sus habilidades podían ser utilizadas para el bienestar y la supervivencia de la comunidad, demostrando su papel indispensable como mediadoras espirituales y protectoras de su pueblo.
De la mitología nórdica al cristianismo
Las völvas ocupan un lugar destacado en la mitología nórdica, inmortalizadas en sagas y poemas épicos como la “Völuspá”, donde una völva narra la creación del mundo y predice el apocalíptico Ragnarök. Su influencia trasciende el ámbito espiritual, extendiéndose a la literatura y la cultura popular, donde se les representa como figuras de sabiduría y poder. Con la llegada del cristianismo, el rol de las völvas comenzó a declinar, transformándose su percepción: de veneradas mediadoras espirituales a figuras marginales o reinterpretadas como brujas en la tradición europea posterior, evidencia de cómo la religión y el poder pueden reconfigurar la memoria histórica.
El rastro arqueológico
Recientes descubrimientos arqueológicos han revelado tumbas de völvas que subrayan su alto estatus dentro de la sociedad vikinga. Estos enterramientos están repletos de objetos rituales y de lujo, como varitas de hierro y amuletos. En lugares como Fyrkat, se hallaron tumbas con vestimentas suntuosas y broches ornados que sugieren la importancia y el respeto que gozaron estas mujeres. Estos hallazgos no solo confirman la existencia de las völvas, sino que también proporcionan una comprensión más profunda de sus prácticas y la reverencia que inspiraban en su época.
La figura de la völva es esencial para entender la complejidad de la sociedad vikinga y su cosmovisión. Estas mujeres moldeaban el destino nórdico a través de sus rituales, y reflejaban las creencias arraigadas en lo sobrenatural y lo espiritual de su cultura. Redescubrir y valorar a las völvas hoy en día subraya la importancia de reconocer y respetar las voces femeninas en la historia, ofreciendo perspectivas únicas sobre las tradiciones espirituales y el poder que históricamente han ejercido las mujeres en sociedades antiguas, enriqueciendo nuestro conocimiento del pasado y sus ecos en el presente.