Por Darcy Bo ()
La Habana.- Ya que bajó la fiebre de/por Mijaín López en los #cubatrendings, aprovecho para celebrar una vez más a Luis Alberto Orta, este chama enorme de la greco que ha dado La Güinera, este chama que no ha puesto en su boca palabras para comandantes, ni para nadie que no sea el pueblo.
No tiene que explicarlo mucho, no tiene que decir el pueblo es esto o aquello porque bien se intuye. Jamás lo he escuchado hablar de la ‘Revolución’, ni caer en esa dinámica de los servilismos.
Lo que me gusta de este chama es su distancia del panfletarismo, va directo a agradecer siempre el apoyo de su familia, esa primera patria; a dedicar sus medallas a su madre, a su esposa, a su hijita.
Este no es ningún guatacón; si de la gran patria hablara, sería para reverenciar su bandera y su himno, pero no al poder. Para mí, este bronce suyo es tan oro como el de Tokyo.
A Orta, la alfombra roja…