Por Juan Carlos Reyes (Cuba, Historias no contadas)
La Habana.- Carlos Manuel de Céspedes siempre fue mujeriego, aunque esta parte de su vida por supuesto no se refleja en nuestra historia.
María del Carmen Céspedes y Céspedes fue su primera esposa. Eran primos hermanos, pero en aquella época se pactaban matrimonios de este tipo para salvaguardar los intereseses económicos de las familias acaudaladas.
De la unión nacieron tres hijos, Carlos Manuel, Amado Oscar y se habla de una tercera llamada como su madre, pero no hay pruebas documentadas de su nacimiento.
María del Carmen Céspedes murió en Manzanillo con apenas 47 años de edad de tisis, tras 29 años de matrimonio con su primo. Céspedes por entonces puso sus ojos en una joven de apenas 17 años llamada Candelaria Acosta Fontagine, hija del capataz de Demajagua, pero al ser esta de otra clase social la unión no se pudo materializar.
Céspedes y Candelaria tuvieron dos hijos y ella lo siguió a la manigua después del Grito de Yara.
Candelaria Acosta abrazó las ideas independentistas y tuvo el honor de coser la bandera.
Céspedes la envío a Jamaica después de salir embarazada del segundo hijo de la pareja, debido a la difícil vida en la manigua. Regresó a Cuba después de la muerte de Céspedes y se casó con un comerciante catalán, radicado en la ciudad de Santiago de Cuba.
Como dato curioso, esta enterrada en el cementerio de Santa Ifigenia, muy cerca de donde descansa Céspedes.
