Historias de la Literatura
La Habana.- En los últimos años de su vida, Tolstói lideró un movimiento pacifista que buscaba la dignidad humana, en especial de los campesinos rusos.
Impulsado por su editor, Vladímir Chertkov, redactó un testamento legando su patrimonio y los derechos de su obra «al pueblo ruso”. ¡Eso sí, bajo la administración del propio Chertkov!
Esta decisión molestó sobremanera a su esposa, la condesa Sofía Andréyevna, lo que deterioró su matrimonio y le generó a Tolstói un gran conflicto interior. Es así que una noche, con 82 años, el escritor abandonó su casa sin decirle a nadie.
La noticia de su huida se divulgó rápidamente y los periodistas se lanzaron en su búsqueda. A su vez, tras lo sucedido, la condesa Sofía intentó suicidarse, hecho al que la prensa también dio gran cobertura.
Dos días después, fue el periodista Orlov, quien dio con Tolstói en la estación de Astápovo. El escritor volaba de fiebre, por lo que el periodista, junto con el médico, lo persuadieron de quedarse allí y avisaron a su familia. Primero llegaron Chertkov y Alexandra, una hija de Tolstói, y luego la condesa Sofía, a quien no le dejaron ver a Tolstói hasta que estuvo sedado.
En noviembre de 1910, tras la despedida de su esposa, el autor moría de neumonia en la estación de trenes de Astápovo.