Por Yoyo Malagón ()
Berlín.- España venció por 2-1 a Inglaterra y se llevará a casa el trofeo de La Eurocopa, que durante un mes se jugó en estadios de diferentes ciudades alemanes, para demostrar que un equipo vale más que todas las individualidades, al menos en el fútbol.
Los ibéricos llegaron con el cartel de gran favorito y lo demostraron sobre el campo. Se adelantaron primero, por gol de Nico Williams, nada más comenzar la segunda mitad, y tras el empate inglés, sentenciaron por intermedio de Mikel Oyarzabal, con una diana en ese tiempo en que el miedo comienza a comerle la cabeza al que se pone debajo.
Inglaterra volvió a jugar mejor que en ocasiones anteriores, pero no le bastó. Y solo cuando Williams puso delante a España, en el minuto 47, Gareth Southgate decidió mover el banquillo y darle oportunidades a los buenos jugadores que tenía en la banca.
Uno de ellos, el goleador del Chelsea, Cole Palmer, convirtió el empate cuando faltaban 17 minutos para el pitazo final, pero desde entonces España, en lugar de irse atrás, fue más incisivo y no se detuvo hasta conseguir el 2-1, gracias al mencionado tanto de Oyarzabal, quien había salido al campo minutos antes.
Para España es su cuarta Eurocopa, luego de las ganadas en 1964, 2008 y 2012 y se convierte en la primera selección tetracampeona, para romper un abrazo con Alemania, a la cual venció en cuartos de final en un partido antológico.
La Roja fue la única selección que finalizó con pleno de puntos la fase de grupos, al sumar nueve de nueve, y luego resolvió cada uno de los siguientes partidos, a pesar de ir por la parte mala del organigrama, con rivales fuertes, como Alemania o Portugal, considerados los favoritos de precompetencia.
En el torneo, el equipo de Luis de la Fuente se impuso a Croacia, subcampeón de la Copa Mundial de 2018 y semifinalista en 2022; a Italia, último campeón de la Eurocopa y cuatro veces campeón del Mundo, lo mismo que Alemania, también víctima.
En semis, pasó sobre Francia, que ganó el Mundial de 2018 y disputó al final de 2022, y ahora, este domingo, en el Olímpico de Berlín, a Inglaterra, otra campeona del Mundo, aunque no gana un título importante desde la Copa Mundial de 1966, hace ya 58 años, demasiado tiempo para el país que inventó el fútbol.
Lo cierto, Europa tiene un nuevo campeón, España, y por los próximos cuatro años habrá que tratarla como tal, y perdonarle a De la Fuente el haber dejado fuera a Sergio Ramos, no llamar a Brahim Díaz, o ese optimismo desmesurado que muchos le achacaron desde el primer día, cuando dijo que su escuadra era el mejor equipo del torneo.
¡Enhorabuena, España!