TOPES Y CORRECIONES… EN ESPERA DE UN MILAGRO

SUGERENCIAS DEL REDACTOR JEFETOPES Y CORRECIONES... EN ESPERA DE UN MILAGRO

Por Ulises Aquino Guerra ()

La Habana.- Sin mucho asombro he recibido las buenas nuevas que se comienzan a aplicar para el trabajo privado. No es porque tengan algún sentido, sino porque cuando uno piensa que es suficiente con lo mal hecho, y que van quedando poco por ver entre tantas fórmulas, disposiciones, regulaciones y nuevas leyes, la burocracia se supera a sí misma.

Los eruditos que crean estas fórmulas no hay dudas de que están poseídos. En el afán de solucionar sus propios errores, cometen otros peores.

Topando los precios al Sector privado no van a conseguir detener la inflación, porque la inflación no parte del Sector privado, la inflación es resultado de la política económica del propio Gobierno.

En cambio van a provocar una parálisis de la inversión y la disminución de puestos de trabajo en el área privada, mejor remunerada que el sector Estatal de la economía.
¿Por qué? porque los precios de los privados no influyen en nada en la inflación.

Su desempeño se basa en su propia inversión, adquirida con dinero propio, no con fondos del Estado, y los productos los adquieren a precios de mercado, obligados a obtener utilidades pues no tienen cómo sacar más dinero, como si lo ha hecho el Estado consuetudinariamente.

¿Cuáles serán las consecuencias?

Veremos una disminución en la oferta de productos, y el cierre de muchas formas de trabajo no estatal.

Lo que no termino de entender, es cómo esos topes de precios no se los aplica el propio Estado, que posee la mayor participacion en la actividad económica nacional y adquiere los productos con dinero público (del pueblo) y lo comercializa al 250, 300 y hasta 500 por ciento del valor real de mercado, configurando un desbalance profundo entre los salarios y los precios de mercado.

Hay que recordar que el salario diseñado por el genial «Reordenamiento», incluía hasta el precio del corte de cabello. Nunca valoró el mercado, ni tuvo en cuenta que muchos (como yo) no utilizamos ese servicio y los valores que le atribuyeron a los productos y servicios fueron pensados en función de la Libreta de Racionamiento, nunca en la posibilidad de que pudiéramos, más de 60 años después, adquirir dignamente con nuestros salarios lo que cada cual necesita.

Demostrado está que desde posiciones impositivas lo único que conseguirán es multiplicar el descontento y la emigración en masa de un país que se desangra.

Para reducir la inflación en todas partes del mundo, los gobiernos hacen todo lo contrario, liberan, estimulan y propician. No restringen ni condicionan innecesariamente. El nuestro, en cambio, necesita para su propia existencia inventar más y más controles sin pensar que cada uno de esos controles implican inmensos gastos.

Increíble con la facilidad que promulgan Leyes y Decretos para complicar cada vez más la durísima realidad de los cubanos, que esperan desde hace muchos años, con la única esperanza de que ocurra un milagro.

Check out our other content

Check out other tags:

Most Popular Articles

Verified by MonsterInsights