EL FIDELISMO

CUBAEL FIDELISMO

Por Esteban Fernández Roig Jr.

Miami.- El castrismo no es nada, ni es una doctrina, ni es un legado, ni es un programa político. Vamos a empezar por el principio: Los primeros testaferros fueron un pequeño grupito de hombres y un par de mujeres -Haydée Santamaría y Melba Hernández- que se convirtieron en satélites de un tipo (obviamente más pícaro y atrevido que ellos) llamado Fidel Castro Ruz.

Se trataba de una claque de maleantes, rateros, marihuaneros, traficantes, carteristas, personas sin oficios ni beneficios, sin escrúpulos, que se sentían muy halagados porque un abogado, un hombre que fue a la Universidad, que leía libros, que disparaba discursos kilométricos, se tratara con ellos de tú a tú y les brindara un barniz político a sus fechorías. Ese es el pobre inicio del fidelismo: una turba de forajidos compuesta por Ramiro, Almeida, Efigenio y comparsa. Puro orine de canguro.

Cuatro años de la muerte de Fidel Castro: El gran revolucionario | El Cierre DigitalDesde el primer momento vieron a Fidel Castro como «la gallina de los huevos de oro», como si se hubieran ganado 10 billetes de la lotería premiados. Asumen las posiciones de criados, choferes, guardaespaldas, perros de presa y tropa de choque. La primera labor de esta pandilla fue meterle miedo a todo el mundo en La Habana, sobre todo a los políticos opositores a Batista. Eran hasta capaces de desbaratar a cabillazos actos antigubernamentales. Políticamente eran nulos, neófitos y matarifes.

El objetivo principal de Fidel Castro era llegar al poder de todas formas. Como fuera y contra quien fuera. Contaba José Pardo Llada que durante el entierro de Eddy Chibás le propuso llevar su cadáver a Palacio seguido por la multitud y derrocar a Carlos Prío. Es decir que desde mucho antes, desde Birán, su obsesión era cogerse a Cuba y esclavizar a sus conciudadanos. Un día le dijo a Arturito Hernández Tellaechea: «Si triunfo voy aplastar a los cubanos como si fueran cucarachas».

Las sinrazones del 26 de julio | DIARIO DE CUBARecibió con euforia el golpe de Estado de Batista porque maquiavélicamente comprendió, y así se lo hizo saber a sus subalternos, que este era el momento oportuno para formar mil líos. Y le respondieron: “Lo que usted diga, doctor”. Esas palabras fueron el preludio de las que después se convertirían en “Comandante en Jefe, ordene”.

Dedujo que con ese grupúsculo de bandidos no podía llevar a cabo la toma de un país, pero ideó utilizarlos de carne de cañón –con el riesgo de inmolarlos- para darse a conocer nacionalmente y crear el mito que trajo como secuelas el culto a su personalidad. Como en esos momentos se cumplían 100 años del natalicio de José Martí, comenzaron a llamarle rimbombantemente a sus seguidores “La Generación del Centenario”.

La lucha revolucionaria. Entrevista de Herbert Mattews con Fidel Castro (1957) | CubanameraDurante meses se rompió la cabeza ideando cómo podía pasar de jefe de unos perdularios a ser una figura nacional y cabeza de la insurrección contra Fulgencio Batista. Parece que discernió que “atacando un cuartel con un reducido grupo de seguidores, aunque fracasara rotundamente en el intento, se daría a conocer en toda Cuba”. Y escogió al Moncada para realizar su “presentación nacional”.

Todo el mundo sabe lo que pasó el 26 de julio de 1953. Muertos y heridos de ambas partes. Fidel se escapa y después se entrega. Hay que leer al profesor Antonio de la Cova para tener una idea exacta de lo ocurrido.

Y la revolución entró en La Habana - Diario16plusUn juicio público, donde él se defiende solo. Lo que a todas luces es una derrota logra su objetivo de catapultar su nombre en el ámbito nacional. Y los castristas dejan de ser una reducida claque para nutrirse de varios cientos de militantes. Se acaba lo de “La Generación del Centenario” y pasa a ser el “Movimiento 26 de Julio”. Un indulto absurdo de Batista y salen para la calle libres, se van a México, y Castro promete desde el extranjero que antes de finales de año regresará con las armas en las manos a Cuba. Pregona que serán «Libres o Mártires».

Ante el fracaso del desembarco y el anuncio de su muerte el castrismo toca fondo. Creo que en ese momento no había ni 778 fidelistas en Cuba. Como todos sabemos, Herbert Matthews, del New York Time lo entrevista en la Sierra y la prensa cubana se hace eco y la reproduce. La gente se entera de que está vivo y el castrismo coge aire, agua y carbón, y levanta vuelo de nuevo. Y mucha gente considera «un guerrillero heroico» a quien no es más que un gangster. Y nace el castrismo, producto de miles de engaños y de leyendas.

Logros de Cuba antes de la llegada de Fidel CastroMontones de pequeñas escaramuzas en las montañas, Batista se monta en un avión y se va rumbo a Santo Domingo, y al fin Castro logra su sueño dorado de adueñarse de nuestro país, desbaratarlo y ensangrentarlo. Y de pronto, increíblemente, ese ególatra fue endiosado por miles de ciudadanos. Unos, oportunistas, y otros, víctimas inocentes y deslumbradas ante aquel farsante. Una nación próspera pero incauta.

Llegaron a La Habana humildemente, con rosarios al cuello. Fidel Castro prometió villas y castillas, humanismo, elecciones en dos años, pero aquella plaga inicial enseguida comenzó a cogerse las mansiones, los automóviles de los que abandonaban la Isla y todo lo que les dio la gana. Saquearon a la nación como si la Isla fuera una gran piñata.

Fuertes lluvias provocan derrumbe en Centro HabanaY al final de la jornada, el castrismo actual se puede definir de la siguiente forma: algunos monstruos millonarios y seniles, un grupo viviendo mejor que Carmelina, y una nación depauperada, desmoralizada, esclavizada, con millones de desterrados. Y lo inaudito es que el castrismo, en el mundo entero, todavía tiene adeptos que lo defienden y lo siguen.

Entiendo que al principio muchos tontos confiaron en este rufián, pero ahora hay que ser muy HP para seguir creyendo en el castrismo.

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