Por Esteban Fernández Roig
Miami.- A muy corta edad nos damos cuenta de la gran importancia de tener buenos amigos. Inicialmente son cien; todo aquel con el cual entablamos la más mínima conversación ipso facto lo consideramos “un nuevo amigo”.
Ya a los 12 años comprendemos-sin conocer con exactitud esa palabra ni su significado- lo importante que es “la reciprocidad”…
Es decir, que llegar a tener buenos amigos es un camino de doble vía y por lo tanto debemos comenzar por “Yo ser buena persona y buen amigo”.
No ser envidioso sino dadivoso, ser honesto, halagador, fiel y llegar pronto a la conclusión de que “el peor pecado cubano es ser pesado y sangrón”…
Evitar por todos medios enamorarse de la niña que el nuevo amigo dice “gustarle”… Estar claros, desde niños, que el Mandamiento más difícil de cumplir es el 7: “No desearás la mujer de tu prójimo”…
No tratar de creerse ser “un as” en todos los deportes causante de envidias, pero participar en todos los deportes.
Jamás hablar mal del amigo a sus espaldas, y de frente ser sumamente cauteloso y elegir muy bien la forma de decirle “sus verdades”. Siempre es recomendable: Un mentira piadosa mejor que una verdad hiriente”…
Para ser un buen amigo hay que olvidar el favor que hagamos y agradecer eternamente la ayuda y “el cabo tirado” que el amigo nos hizo.
El PEOR ENEMIGO de la amistad es EL DINERO. Pedir o prestar dinero es peligrosísimo. Evitar pedirlo, y jamás “prestarlo”, mil veces mejor es “regalarlo”
No dárselas de “guapo”, pero sin ser un cobarde, estudiar con tesón sin que los demás muchachos nos consideren ser un pedante “sabelotodo”…
Y al final de la jornada todos (o casi todos) en el ocaso de la vida terminan con unos cuantos que han pasado de amigos a “hermanos escogidos”.
No son los cientos que como una especie de saludo preguntan: “¿Cómo estás, viejo?” sino los que escuchan atentos y se enternecen ante los achaques de aquel muchacho que un día jugó a las canicas con él en un placer yermo en el Residencial Mayabeque de mi pueblo o en el parque central de Placetas o de Florida, Camagüey.