Tomado de Historias de la Literatura
La Habana.- Compartimos dos anécdotas de Oscar Wilde llegando tarde y sus originales excusas:
La primera de ellas, fue en su primer examen estando en Oxford, al que obviamente llegó tarde. El tribunal le estuvo esperando más de media hora.
Cuando llegó, les dijo como al pasar:
– Ustedes perdonen, pero no estoy acostumbrado a esta clase de interrogatorios.
La segunda anécdota, tiene relación con el hecho de que Wilde estaba convencido que la gente no escuchaba cuando se le hablaba.
Tras llegar tarde a una fiesta, se excusó con su anfitriona diciendo que había tenido que enterrar a una tía que acababa de matar.
La dama, sin inmutarse le contestó:
No se preocupe. Lo importante es que haya venido.
