Redacción Internacional
Moscú.- Al menos 15 policías murieron el domingo en una serie de ataques perpetrados en varias ciudades de la región rusa de Daguestán, en el Cáucaso. Además, 25 personas han resultado heridas. Entre los objetivos atacados hay dos iglesias, una sinagoga y un puesto de la Policía de tráfico.
Las autoridades rusas todavía no han ofrecido otros detalles del ataque, llevado a cabo el mismo día en que los ortodoxos rusos celebran Pentecostés. También hay víctimas civiles, entre ellos en la ciudad de Derbent un sacerdote, el padre Nikolai Kotelnikov, al que han degollado, según informa ‘Europa Press’.
Los hechos
Por un lado, en la capital regional, Majachkala, varios policías han fallecido y otras personas han resultado heridas en un ataque con armas de fuego contra un puesto de la policía de tráfico, según ha reportado el departamento del Interior de Daguestán en su canal oficial en Telegram.
El incidente ha ocurrido en el centro de la ciudad, en la calle Ermoshkina, donde también hay una sinagoga cerca. Las autoridades han activado una operación jaula para intentar localizar a los responsables, ha matizado la televisión pública rusa RBC.
Por otro lado, sobre las 18:00 horas en la ciudad de Derbent, al sur de Majachkala, individuos no identificados han abierto fuego contra una sinagoga y una iglesia. Varios policías han muerto y otras cuatro personas han resultado heridas, al menos. Una verdadera tragedia.
El ataque ha sucedido en la calle Lenin, junto a la Iglesia Ortodoxa de la Intersección de la Bendita Virgen María y, después, los atacantes se han desplazado hasta una sinagoga cercana que ha quedado incendiada.
Un “intento de desestabilizar a la sociedad”
Según medios locales, el edificio judío ha quedado prácticamente destruido. Ahora bien, el templo cristiano también ha sufrido un incendio de menores proporciones. Los atacantes huyeron en un turismo Volkswagen Polo blanco con matrícula 921. Hasta la fecha, cinco atacantes han sido abatidos. En las próximas horas se conocerán más detalles.
El presidente de Daguestán, Sergei Melikov, ha denunciado públicamente un “intento de desestabilizar a la sociedad” y ha pedido calma a la población. Las redes sociales se han llenado de mensajes de ánimo y apoyo para los amigos y familiares de las víctimas.
