Por Esteban Fernández Roig Jr. ()
Miami.- El comunismo, como siempre, anda agazapado bajo nombres acogedores -progresistas, Partido Socialista Popular, liberales – y se presentan como fieros defensores de las clases oprimidas.
Echan rodillas en tierra por todo aquel que se sienta discriminado o despreciado.
Hacen causa común con el negro humillado, con el homosexual despreciado, con la transexualidad, con el hispano discriminado, con el indio abusado y hasta con los más humildes pobres de la tierra. No saben que saldrán de “Guatemala para entrar en guatepeor”.
Porque cuando cogen el sartén por el mango, cuando se adueñan de un pedazo de tierra, cuando toman el poder, viran sangrientamente la tortilla. Y convierten a los “liberados” en esclavos o esclavizadores.
Sólo admiten entre sus filas a los que sumisamente se plieguen o se unan a sus desmanes, y los “hasta ayer defendidos” tienen que simplemente aplaudir e integrase a la barbarie. O les pasa la aplanadora roja por encima.
En Cuba: El “gay” que se integró a la barbarie -como Alfredo Guevara- lo encumbraron, al que discrepó, como Reinaldo Arenas, lo hacieron talco. Lo mismo con los negros: Lázaro Peña subió como la espuma, pero Eusebio Peñalver cumplió 30 años de prisión.
Aquí: Dos caminos tendrían los Robert de Niro y las Jane Fonda: ser esbirros o siquitrillados.
Todo el que chiste, proteste o se les oponga (desde luego: incluidos sus antiguos hipócritamente defendidos) se les presentarán muy pocas disyuntivas: paredón, cárcel o destierro.
Con la diferencia de Estados Unidos, porque este es el último bastión y no existe otro lugar a donde escapar.
Recuerden que en nuestro país, estúpidamente, ricos, millonarios, hacendados, ganaderos, compraron “bonos del 26 de Julio” y apoyaron a la revolución.
Aquí, hoy, miles de los millonarios artistas, empresarios y magnates -como Barbra Streisand y los Rockefeller- compran sogas para sus pescuezos.
Algunos hoy dirán: “No hay soga para tanta gente”. Y Carlos Marx ayer respondió: “El último negocio de los capitalistas será vender las sogas con que serán colgados”.