Por Yosmany Mayeta Labrada
Santiago de Cuba.- La santiaguera Yanelis Rodríguez Semanat, residente en el reparto Abel Santamaría, cuenta las vicisitudes que vivió para enterrar a su tía.
«Le escribo para hacer pública mis inquietudes y no dejes de poner mi nombre y mis apellidos», dijo la denunciante.
«El lunes 17 de junio del 2024 fallece mi tía en el Hospital Clínico Quirúrgico a las 3:20 de la tarde. Entre el papeleo y traslado del muerto, estuvimos como hasta las 9:00 de la noche. Los carros utilizados para el traslado es camioneta o pisicorre porque los fúnebres están rotos, sin frenos y votan los muertos».
Más adelante, Rodríguez Semanat contó que en la funeraria santiaguera fueron ubicados en la sala I2 en la parte del pasillo, por falta de capacidad. «Los muertos hasta en los pasillos», lamentó.
«Las personas estaban velando los asientos cuando uno se parara para pedir prestados los balances porque no habían».
«El servicio de la cafetería es pésimo, no tenían gas para hacer el café», cuenta. El de las coronas, también es malísimo. Las dos coronas que me hicieron por la noche tenían las flores secas y en el turno de por la mañana tuve que decirles que si las iban a dar secas, me devolvieran mi dinero».
Relató que ni el privado tenía coronas porque las personas que se encontraban en el velorio del joven motoristas realizaron un pedido grande y no dio abasto por la cantidad de fallecidos del día.
«Por la mañana todavía no sabíamos dónde iban enterrar a mi tía. Había cinco muertos en blanco esperando que llamaran de los cementerios para que le dieran las capacidades».
Yanelis confirmo que la funeraria estaba colapsada.
«Cuando fui a las 7:00 de la mañana al cambio de turno a ver donde se podía enterrar a mi tía, había 21 muertos y tres horas después la cifra llegaban a 29».
Los familiares pidieron que enterraran a su tía en un cementerio cerca de la ciudad, pero según ellos, no tenían capacidad.
«Dije que si podían darme el Caney, que ella es de Santa Teresa, pero hace rato allí no hay capacidad».
La denunciante cierra su escrito diciendo que su familiar fue enterrada en el cementerio de Icacos, en la Playa Siboney, poblado ubicado a casi 20 kilómetros del centro de la ciudad.
«Ahora yo pregunto: a esos fallecidos que entierran en la tarde, ¿por qué se demoran en sacarlos de la funeraria con tanta rueda que se debe echar hasta los cementerios con capacidad?»
La señora Yanelis lamentó la crisis que está viviendo la provincia en Servicios Necrológicos, donde los mayores afectados son los residentes de la provincia.
Dejo esta denuncia abierta para que sean los seguidores quienes pueden opinar con entera libertad y espero que los directivos de Servicios Comunales, el Gobierno y el Partido Comunista de Santiago de Cuba tengan una rápida solución ante esta problemática.