Por El Estado como tal
La Habana.- Desiderata en estado puro. El “sistema de ciencia, tecnología e innovación (SCTI)” es disfuncional en Cuba porque la empresa no es el “locus” de innovación. Tampoco existe evidencia sobre la alegada contribución del “sistema de gestión basado en ciencia e innovación (SGGCI)”.
No resulta convincente la defensa de un “sistema de ciencia, tecnología e innovación (SCTI)” si solamente se alude al componente burocrático (entidades y procedimientos) o si se mencionan casos puntuales. Con un sistema empresarial deficiente no hay innovación sistémica.
Se entiende el interés político en una narrativa ideologizada de la ciencia y la innovación, pero no se requiere mucho esfuerzo para comprender que se trata de un relato desconectado de la realidad de un país donde no se está produciendo bien el boniato.
Parece subestimarse el sentido común de los lectores cuando se utiliza una parrafada quimérica sobre un hipotético Organismo de la Administración Central del Estado OACE para tratar de hacerla pasar como “ejemplo” para ilustrar “la contribución” del SGGCI ¿En serio?
Resumiendo: se trata esencialmente de un texto con racionalidad cuestionable y desconectado de cualquier evidencia aceptable. Sobresale principalmente por su abundante “sopa de letras” burocrática (SCTI, SGGCI, OSDE, ECTI, CTI, CUM).