Por Oscar Durán
La Habana.- La foto de este trabajo pertenece a la ciudad de Camagüey. La tiró un trabajador del telecentro y les deseó a todos un lindo domingo. La imagen, como ven, inicia en una calle que conduce al cementerio.
Más allá de la burla -porque la lleva-, al autor o autora de la foto merece ser condecorado con la medalla Lázaro Peña. Ha sido honesto en desearnos un lindo domingo casi a la entrada de la necrópolis. Es un mensaje directo: estamos tan mal, que es preferible morirnos y descansar en paz de una vez por todas.
Esta foto para tener un significado completo, solamente le faltó cuatro o cinco guarapitos con tonfas esperando al pueblo en la entrada y despedirnos como ellos saben: reprimiendo. Pero eso es mucho pedir. Bastante hicieron en desearnos un lindo domingo casi en la entrada del camposanto.
Como bien dijo el periodista independiente José Luis Tan: esta gente no sabe jugar. Ya no se conforman con poner fotos mostrando “tranquilidad” en la ciudad, ahora parece que la orientación es prepararnos psicológicamente para el holocausto.
Hace años el cubano no tiene un lindo domingo y muchos menos un lindo lunes, martes, miércoles, jueves, viernes y sábado. Aquí todos los días son iguales desde 1959 y en estos tiempos están más duros todavía.
Por eso, camagüeyanos, cubanos todos, si no conseguimos la manera de arrancar de aquí, ya tenemos claros dónde pasar días bonitos. Te lo recomendó el telecentro de la villa Puerto Príncipe y no debemos pagar nada por el servicio. Es all inclusive libre de costo.
Si algo tiene el comunismo es eso: todo es gratis. Hasta la desgracia.