Por Anette Espinosa
La Habana.- La prensa rusa se hace eco del encuentro entre el vicepresidente del Consejo de Seguridad de Rusia, Dimitri Medvédev, y el mandatario cubano, Miguel Díaz-Canel, quien se encuentra en Moscú desde hace dos días para olerle el trasero a Vladímir Putin e intentar conseguir unas migajas para alargar su estadía en el poder.
«Cuba es un socio antiguo y fiable de Rusia, los países mantienen un intenso diálogo político, afirmó Medvédev tras reunirse con el impuesto presidente de Cuba, según medios de aquel país.
También agregan que «el político ruso reveló que abordó con el líder de la isla temas relacionados con la cooperación y expresó su ‘aprecio por la coherencia y los principios a la hora de valorar la situación en torno a Ucrania'».
«Cuba es nuestro socio antiguo y fiable (…) hoy en día se está llevando a cabo un intenso diálogo político entre nuestros países, se está desarrollando la cooperación interdepartamental y se estableció un intercambio de delegaciones parlamentarias», escribió después el que fuera alguna vez presidente de Rusia, después de los primeros dos mandatos de Putin.
En eso último no hay dudas: Cuba es socio de Rusia. Tal vez más incondicional que cualquier otro, salvo Bielorrusia, pero eso no significa que el país euroasiático vaya a hacer nada por resolver los problemas de la isla caribeña, ni una parte de ellos. Y eso se lo ha dejado claro Putin a Díaz-Canel en más de una oportunidad.
Rusia está en guerra y necesita el apoyo de otros gobiernos, pero eso no se verá compensado con ayuda en alimentos, petróleo o créditos. Y eso lo sabe Díaz-Canel, a quien Raúl Castro manda a Moscú cada año, porque el nonagenario general cree que el Kremlin funciona como en los años 80 del siglo pasado, cuando respondían con prontitud las llamadas de La Habana en alimentos, ropas, materias primas, petróleo, fertilizantes y muchas cosas más.
Medvédev le lanzó un piropo a Cuba: «para muchas generaciones en el mundo, ese país es un símbolo del coraje y la dedicación de los ciudadanos en la lucha por la libertad y la independencia de su patria». Pero en realidad Cuba no es nada de eso. Es solo un ejemplo de una nación sometida, manipulada, con sus derechos coartados, por un gobierno ilegítimo, encabezado por una familia que se ha enriquecido a costa de la pobreza de millones de cubanos.
Díaz-Canel aún sostendrá otros encuentro en Rusia y presenciará mañana el tradicional desfile del 9 de Mayo, fecha que marca en Rusia el fin de la guerra contra al Alemania nazi.
