Tomado de As (Sociedad)
Según han confirmado las autoridades, los cuerpos pertenecían a una familia conformada por tres adultos, un adolescente y un bebé. A todos los cadáveres les faltaban manos y pies.
Berlín.- Un grupo de aficionados a la arqueología y la historia han hallado los restos de cinco personas, entre ellas un recién nacido, en la antigua casa del vicecanciller del Tercer Reich, Hermann Göring, en el antiguo cuartel general nazi, la Guarida del Lobo (Wolfsschanze) al norte de Polonia. Según ha revelado el semanario alemán, Der Spiegel, a todos los cadáveres les faltaban manos y pies.
Los cuerpos fueron encontrados de casualidad en las excavaciones que se realizaron en los alrededores de la casa. El lugar está situado en medio de un páramo boscoso y consta de enormes búnkeres y restos de edificios, ahora cubiertos de musgo, que atraen a más de 200.000 turistas cada año. Según relatan los historiadores, la Guarida del Lobo “sigue siendo un lugar terrorífico y tenebroso”.
Uno de los arqueólogos, Oktavian Bartoszewski, afirma que se quedaron “completamente sorprendidos” al ver los restos. Tanto Bartoszewski como sus amigos, llevaban años trabajando con la organización de investigación Fundacja Latebra para investigar el terreno y el interior de la vivienda, donde contemplaron varios objetos nazis como vajillas y herramientas. Pese a que se consideraba examinada completamente, Jens Hfalek, otro de los investigadores, decidió excavar en el suelo y allí encontró varias tuberías de agua y un fragmento de cráneo humano a unos diez centímetros bajo tierra.
Una familia enterrada
En el momento en el que hallaron el primer cuerpo, decidieron parar la excavación y alertar a las autoridades. Horas más tarde, la policía forense determinó que los cuerpos pertenecían a una familia conformada por tres adultos, un adolescente y un bebé. Según Bartoszewski, es probable que los cuerpos fueran arrojados después de la construcción de la casa. “Los que colocaron las tuberías deberían haber descubierto los restos humanos”, afirmó.
Las autoridades tampoco descartan que los cuerpos no fuesen enterrados hasta el final de la Segunda Guerra Mundial o que fueran víctimas de un asesinato que no tuviera nada que ver con los nazis.