Por Ulises Toirac
La Habana.- He estado hasta la coronilla de problemas desde hace un tiempo. Problemas que implican mi propia supervivencia y la de personas muy cercanas. Pero no me ha impedido tratar de estar «arriba de la bola», empezando por hablar con todo el que me pasa por delante en la calle, un hábito que no abandono ni con un ojo tapado y echando candela.
La noticia del exgobernador de Cienfuegos me sorprendió por varios motivos. El primero de ellos por ser (que yo recuerde) el primer dirigente de Gobierno que renuncia a su cargo. En medio de una ola de destituciones que han alcanzado varias provincias, ese caso puntual destaca. No es nada común renunciar.
Muchos comentarios han estado dirigidos a saber cuál es la naturaleza de los «errores cometidos en el desempeño de sus funciones» (un eufemismo burocrático bastante recurrente) pero si miras una foto de Alexandre Corona «te das de cuenta» inmediatamente: perder el cuello en la batalla entre cara y torso solo puede atribuirse en esos cargos a un severo trastorno hormonal o un severo trastorno de las funciones. Y ya sabemos el diagnóstico: en esos niveles hay más recursos que hormonas. Googléen el nombre y el apellido los que no le conozcan. Y miren las fotos. Ahí lo dejo.
Nadie se dio cuenta. Ni el PCC provincial, ni los subalternos, ni los supralternos, nadie. El solito se entregó porque era indetectable. Marvel se ha perdido un superhéroe.
Obvio que se suponía que si ocupas un cargo público en el que sirves a tus electores el eufemismo burocrático debía ser más explícito y contundente. Las cosas por lo claro que te ELIGIERON, eres un servidor público, no un agente secreto de una agencia de inteligencia. Y es el primer punto para una verdadera «batalla contra las ilegalidades» y de «mano dura contra la blandenguería y la corrupción» que son pilares declarados de lo que está sucediendo. El profeta Gil lleva meses de investigación parece que esperando que se olvide todo el mundo de aquello. En un país donde te investigan hasta la tonalidad media de la croma de los pendejos en tres días. Perdiendo dos en llevar papeles de un lado a otro por falta de conectividad.
El capital político (que es como se llama a la credibilidad y confianza) es extremadamente precario en un país donde la gente sufre un gravísimo problema que dejó de ser económico hace mucho tiempo para catalogarse de supervivencia biológica. Las movilizaciones por el primero de Mayo no dudo que serán una muestra a pesar de todos los esfuerzos por su masividad. La sociedad se tambalea desafortunadamente en un escenario tan extremo que temo el desencadenamiento de una violencia descontrolada.
No hay luz al final del túnel y lo peor: ni siquiera han señalado para dónde está el túnel. Los viejos trucos no son aplicables. Nunca ha estado «la cosa» a este nivel.
