Por Anette Espinosa
La Habana.- Las cosas de Cuba no tienen nombre. En esta isla nuestra nadie se toma en serio nada y hasta juegan con la muerte, o con los muertos, que es casi lo mismo, aunque algunos digan lo contrario.
¿Recuerdan que hace unos días contábamos la historia del ruso que murió en Cuba y fue a parar a Canadá, donde la familia de un ciudadano de aquel país que también falleció en la isla, a donde había ido de turismo, y donde permaneció al sol, después de muerto, unas ocho horas, porque no había nadie para ‘levantar’ el cadáver? Pues bien, ya sabemos dónde está el canadiense.
Según el sitio canadiense www.tvanouvelles.ca, los restos del quebequense fallecido en Cuba fueron, finalmente, encontrados en Rusia.
«Los restos del quebequense fallecido en Cuba el 22 de marzo fueron finalmente encontrados en Rusia… Incluso fue enterrado después de un funeral. La familia del fallecido con el que se confundió el cuerpo del residente de Laval nunca se había dado cuenta de que no se trataba de los restos correctos», recoge TVA Nouvelles.
Las autoridades cubanas, que no se cansan de meter la pata, como se dice acá, ya habían ofrecido disculpas a los familiares del canadiense, y ahora tendrán que hacer lo mismo con la del ruso, pero cosas como esas cada día son más normales en la isla caribeña, donde rusos y canadienses siguen siendo de los turistas más numerosos.
La noticia de que los restos del canadiense habían sido encontrados en Rusia, fue acogida «con un suspiro de alivio por los allegados del hombre de 68 años, aunque persisten algunos temores. La familia no sabe cuándo serán repatriados».
“Al menos sabemos dónde está. No es fácil para nosotros […] Hasta ahora estaba perdida, tenía que buscar el cadáver de mi padre”, declaró Miriam, la hija de Faraj Allah Jarjour, a TVA Nouvelles.
Según el referido sitio, «los familiares de Faraj Allah Jarjour, que perdió la vida en Varadero, habían gastado 10 mil dólares para repatriar el cuerpo del residente de Laval, pero se trataba más bien de los restos de un ciudadano ruso, 20 años más joven que el Sr. Jarjour, que fue enviado a Quebec».
Luego, dice el medio, «el gobierno cubano se disculpó con la familia de Quebec y les reembolsó los 10 mil dólares que gastaron».
Al menos en esto tuvieron los familiares suerte, porque ya sabemos que Cuba no suele reembolsar dinero alguno a nadie.