Por Irán Capote
Pinar del Río.- Cada dos o tres publicaciones en Facebook, tropiezo con un videíto de esos de las fiestas en las que se devela el sexo de los futuros bebés. A ver, me explico. Las “gender reveal” son aquellas celebraciones donde los padres “embarazados” develan si será hembra o varón. Se las ingenian con bastante creatividad, aunque, al parecer, el efecto más conocido es la explosión de una “cosita” que suelta un polvo rosado o azul. La “cosita”que explota lo mismo va dentro de un globo gigante que en el tubo de escape de una moto que donde se les ocurra a los dueños de la fiesta y el dinero.
Son fiestas con cierto porompompon, con cierto ringo rango entre familia, amigos y media humanidad en Facebook. Vamos, que si eres como yo que veo cada una de esas publicaciones, como si se tratara de una película, vas a sentirte muy ansioso con la intriga hasta que por fin, cual desenlace feliz, explota lo que tenga que explotar.
Lo que me llama la atención es cómo está cogiendo fuerza en Cuba. Claro, ya empiezan a sentirse los primeras penetraciones culturales de la oleada de emigrados vía Nicaragua. O sea, que eso se veía venir. Y como dice cierto slogan de la patria: Vamos por más.
Yo, particularmente, no tengo problemas con el tema de la penetración cultural. Sobre todo cuando hemos sido causantes de que la nuestra se fuera yendo a pique.
Bien, a lo que iba. Hoy estaba comentando con una amiga que está por celebrar la “gender reveal “ de su hija. Y anda como loca pensando en el efecto con el que va a diferenciarse del resto de las explosiones. Ella quiere ser original.
Y yo, en el tope de la impaciencia porque tenía que coger agua, le dije:
“Original eran nuestras bisabuelas, mamita. Nuestras bisabuelas, sin tanta cámara, sin tanto polvo, sin tanta gastadera en cake ni fiestecita, ponían una tijera en un mueble de la sala. Traían a la embarazada con los ojos vendados, le decían que se sentara. Y si la embarazada se sentaba en el mueble donde estaba la tijera, entonces lo que traía era un varón. Y si lo hacía en otro mueble, entonces era una hembra. O se guiaban por la forma de la barriga, si tenía pico, era una varón, si era una panza redonda, era una hembra. Vamos, que podrás decirme que tú forma es más cara, más rimbombante, pero original…. Originales, las bisabuelas.