LA RASTRA DE OSMANY CIENFUEGOS

ARCHIVOSLA RASTRA DE OSMANY CIENFUEGOS
Por Esteban Fernández
Miami.- No hizo la más leve protesta ni averiguó nada sobre la desaparición de su hermano Camilo. De ahí en lo adelante tuvo una carrera ascendiente y vertiginosa dentro de las altas esferas. Desde luego, lo que lo llevó al estrellato castrista fue la bestial ignominia del incidente de la RASTRA en Playa Girón.
Ese fue sin lugar a dudas el mayor crimen de guerra cometido en esta trágica contienda.
Osmany metió a cien prisioneros de la Brigada 2506, los gloriosos invasores de Playa Girón, para llevarlos a La Habana dentro de una rastra que se utilizaba para transportar mercancías congeladas, los obligaron a montar como si fueran ganado vacuno.
Algunos oficiales castristas protestaron y le dijeron a Osmany que estos correrían el inminente peligro de morir asfixiados.
Y este hijo de hiena con rabia, contestaba: «Total, si de todas maneras los vamos a fusilar, tráiganme a 40 mercenarios más».
Entre los presentes, dentro de la rastra, tuve dos buenos amigos: Emilio Valdés (EPD) y Fernandito Marquet, recién fallecido.
El viaje duró ocho horas, la oscuridad era total, algunos estaban heridos, faltaba el aire y el oxígeno.
Allí fueron asfixiados Pedro Rojas Mir, José Ignacio Macia del Monte, Alfredo Cervantes Lago, René Silva Soublete, José Vilarello Tabares, Hermilio Quintana Pareda, José Santos Millán, Moisés Santana González y Santos Ramos Álvarez
Y… aunque Osmany Cienfuegos fue la mano ejecutora de este crimen, este mortal viaje tuvo el visto bueno del genocida mayor: Fidel Castro Ruz.
Por lo tanto, por este y miles de crímenes más, yo odio a todo aquel que pida borrón y cuenta nueva.
No sé si vive o ya murió. Lo que sé es que se ganó una eterna caldera de agua hirviendo en el infierno.

Check out our other content

Check out other tags:

Most Popular Articles

Verified by MonsterInsights