MI PRIMERA VIOLACIÓN A LA LEY YUMA

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Por Arturo Mesa ()
Atlanta.- Esto que voy a narrar que quede entre nos y no se lo cuenten a Biden por favor.
Loco por seguir explorando la cultura americana, mi mamita yuma me propone conocer el pueblito en donde ella nació y yo que también nací listo pa viajar le dije que sí.
El pueblo se llama Darien es pequeño y se encuentra justo detrás de unas islas que salen al Océano Atlántico y que sirven de contención de tempestades para buena parte del continente americano.
Siendo un pueblo de pescadores, entre los atractivos de la zona está salir a dar un paseo en bote. Yo llevaba hasta el pasaporte, no fuera a ser que me pidieran identificación paea subir, como hacen en Cuba, pero a estos yumas les importa un bledo de dónde tú eres ni para dónde tú vas.
En fin, salimos de un embarcadero en Darien sobre las cuatro de la tarde, y entramos a un estuario del río Altamaha, llamado Doboy Sound, que también tiene un pequeño acceso al propio río Darien. Ese Doboy Sound nos llevó hasta un pueblo de pescadores llamado Valona en donde vivía nuestro capitán y en donde pudimos ver embarcaciones en muy mal estado porque la pesca del camarón ha decaído debido a las importaciones de mariscos de otros países.
Por el camino surgieron cientos de islas de terrenos falsos o pantanosos y que constituye un verdadero paraíso para aves y crustáceos. Llovieron las fotos allí. Darien ha creado una preciosa historia sobre la cultura y la pesca del camarón y las ostras.
Un poco más adentrada la tarde cruzamos una bifurcación de aguas que le dicen la Intracoastal y que iba a salir directamente al océano Atlántico para luego pasar a visitar la isla más turística de la zona que se llama Sappelo Island con construcciones, carreteras, casas, y hasta un faro de guía.
El asunto se puso interesante cuando el capitán nos advirtió que tenía que hacer una maniobra y salir mar afuera, entiéndase adentrarse en el Atlántico para poder girar a la izquierda y bordear la costa de Sappelo Island, porque es una costa muy baja y nos podíamos quedar encallados.
Y yo feliz en mi travesía hasta que mi cerebro se desbocó como suele hacer, nada más ver el cambio de coloración en las aguas y me dijo: “Arturito, dile a este tipo que vire ya”. Y yo le pregunté a mi cerebro: ¿Y por qué? No me digas que no te gusta el paseíto. A lo que el tipo me respondió: “Arturito, ¿tú no te has puesto a pensar adónde vas a ir a parar si este bote se queda sin petróleo o si se le rompe lo que funcione como transmisión allá abajo?” “NO” –le dije. “Bueno, pues rectico por ahí pa abajo queda la Habana, por si no te habías dado cuenta del detalle. Pero, además -prosiguió él órgano pensante-, este océano, segurito, segurito se considera aguas internacionales y técnicamente, según lo que dijo Biden sobre tu programa, tú no puedes salir de Estados Unidos en un par de años. Así que, si te rescatan en altamar, lo más probable es que, viendo tu pasaporte, la primera preguntan te la hagan en la Base de Guantánamo. Así que …dime. ¿Le decimos al tipo que vire y se encalle o no?

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