Redacción Internacional
Hualien.- El número de personas heridas en un terremoto de magnitud 7,2 en el este de Taiwán superó las mil el jueves, aunque el número de muertos se mantuvo estable en nueve.
El temblor, el más fuerte en 25 años, se produjo el miércoles por la mañana justo cuando la gente se preparaba para ir al trabajo y a la escuela, y se centró en el condado oriental de Hualien, mayoritariamente rural y escasamente poblado.
Los edificios también temblaron violentamente en la capital, Taipei, pero los daños y los trastornos fueron mínimos.
El departamento de bomberos de Taiwán dijo que el número de heridos había llegado a 1.038, lo que eleva el número total de desaparecidos a 52. Alrededor de una docena de trabajadores del hotel que se dirigían a un centro turístico en el Parque Nacional Taroko habían sido localizados, y 38 todavía figuraban como desaparecidos.
El departamento de bomberos dijo que su trabajo de rescate se centró en las personas atrapadas en la carretera que cruza la isla, que atraviesa el desfiladero que conecta Hualien con la costa oeste de Taiwán y es un popular destino turístico.
Las autoridades están utilizando drones y helicópteros para buscar personas en el desfiladero y les arrojarán suministros cuando las encuentren.
El jueves por la mañana un helicóptero rescató a seis personas que habían quedado atrapadas en una zona minera, dijo el departamento de bomberos.
La línea ferroviaria a Hualien también reabrió antes de lo previsto el jueves, aunque una estación rural al norte de la ciudad de Hualien permanece cerrada debido a daños, dijo la administración ferroviaria.
En la ciudad de Hualien, donde todas las personas que habían quedado atrapadas en edificios fueron rescatadas, algunas personas durmieron al aire libre durante la noche mientras decenas de réplicas sacudían la región.
Una señora de 52 años, que se apellidó Yu, dijo que se registró en una tienda de campaña en un campo de deportes que se utilizaba como refugio temporal el miércoles por la noche porque tenía demasiado miedo para dormir en su apartamento, que describió como «un desorden».
«Las réplicas fueron aterradoras. No paran. No me atrevo a dormir en la casa», dijo. (Reuters)
