Por El Estado como tal
La Habana.- El reporte sobre el balance del Ministerio de Economía y Planificación (MEP) es la nota de prensa más sosa de todas las publicadas hasta ahora sobre las reuniones de balances ministeriales en Cuba. No se mencionan cifras ni se dan detalles de programas. Solamente propaganda.
Se alude al mantra de la “batalla por la reanimación de la economía” que no se han tomado el trabajo de explicar, sin ofrecer detalles sobre metas, indicadores, plazos y recursos, a pesar de estar terminándose ya el primer trimestre del año.
Se habla de “batalla”, se dice que el MEP es el “Estado Mayor de la economía” y se usa la nebulosa noción de “economía de guerra” para tratar de colar una narrativa heroica que desvíe la atención de lo esencial: el esquema de planificación centralizada es disfuncional.
Mientras se insista en que “la planificación” del MEP puede reemplazar de manera efectiva al precio de mercado como base del “cálculo económico”, el sistema económico no funcionará adecuadamente. Lo demás es volar en círculos.
Los problemas con “el proceso inversionista”, las fallas de la empresa estatal y la “cruda realidad” de la falta de divisas no son accidentes sociales ni resultados de fatalismos. Influyen diversos factores, incluyendo decisiones políticas y los supuestos en que estas se basan.
Sería más productivo que los “directivos y especialistas” del MEP le dedicaran menos tiempo a un “trabajo político ideológico” sobre el que no hay evidencia que mejore indicadores de bienestar, y que se ocuparan más de hacer propuestas de reformas económicas sustanciales.
El trabajo del MEP sigue anclado en los “Lineamientos” y en la “Conceptualización” y no queda claro si los especialistas y directivos entienden que esas pautas ideológicas están funcionando como restricciones al desarrollo económico real de Cuba.
