Por Javier Bobadilla ()
La Habana.- Esa era la frase favorita de mi abuela, y ahora de mi mamá. Yo la uso poco, porque cuando a uno lo crían con eso, de viejo le hace rechazo, pero ahora la tengo que decir.
En los casi cinco años que llevo metido en este asunto, me he dedicado a buscar soluciones viables donde ambos bandos tengan una salida ventajosa. El que me lee desde el principio sabe que, en cada temporada de esta larga serie de pésimo guión yo he sido siempre el último en tirar la toalla. Con una paciencia asiática he dedicado este tiempo de mi vida a armar el rompecabezas, preguntando, escuchando, calculando, filtrando, traduciendo.
A nadie le he negado mi visión. La imagen que se va formando en el rompecabezas siempre ha estado a disposición del que quiera saber.
Y te lo dije. Varias veces. La primera vez, cuando Archipiélago, me miraste con esa cara alegre de «Tú solito te convencerás de tu error». La segunda, después que se fue Yunior, simplemente te reíste de mí. La tercera, aquella vez que todo estaba en calma, me pusiste la cara de «¿Cómo es posible que este tipo esté tan confundido?». La cuarta, al borde del precipicio, me dijiste que habría sorpresas, y que la cosa iba a cambiar.
Y cambió, joder si cambió, pero las sorpresas no fueron agradables.
Hace muy poco terminé de armar el rompecabezas. Ahora ya no tengo preocupaciones. El domingo, mientras según DC, «varias personas han expresado su inconformidad con la situación del servicio eléctrico y la distribución de alimentos», yo estaba en mi casa, bajando unos juegos para el Nintendo. Nada de Call of Duty, ni Mass Effect, ni Need for Speed. Muñequitos de palo, que es lo que a mí me gusta jugar. Muñequitos de palo, que es a lo que me acostumbré a ver desde niño en la TV.
Muñequitos de palo, igual que en las reuniones, que en las marchas, que en la Asamblea. Figuritas abstractas, que saltan al apretar un botón en un mando que, llegado a esto, ya no importa en mano de quién está.
Mirándolo en retrospectiva, en el 2018 hubiera sido fácil librarse de este futuro. Aprovechar el cambio de gobierno y cambiar todo lo que debía ser cambiado. Confundir a Trump, ganar confianza mundial, pasar una mejor COVID y posiblemente recibir ayuda, no reestructurar la economía en medio de una epidemia mundial y salir mejor por este lado. Entonces yo no me preocupaba por nada, y eso es un buen indicador. Si yo me senté un día a analizar el problema, es porque ya el problema no tenía solución en las condiciones presentes. Siempre es así.
Cuando autorizaron las MiPYMEs, también hubiera sido tan simple como dejarlas proliferar, olvidarse del encadenamiento productivo aquel -que no significa otra cosa que obligar a las empresas privadas a ser tan ineficientes como las estatales-, y poco a poco ir desplazando la generación de empleos del Estado a los privados. Y las cosas grandes convertirlas en cooperativas, y que solas fueran cogiendo su camino. Con toda la calma del mundo. Si la destrucción ha demorado 65 años, la reparación puede tomar cuatro o cinco, y nadie se va a morir. En lugar de perseguir a los emprendedores y bancarizarlos, dar más licencias, reformar los impuestos, y hacer la vista gorda.
Hace un par de semanas, cuando lo de Gil, tuvieron una oportunidad de darle un giro dramático a esto. Gil no le importaba a nadie aquí dentro, y sigue sin importarle. Afuera sí, pero tú no puedes preocuparte más por lo de afuera que por lo de adentro. El gobierno no puede garantizar un pan diario por persona. Con eso nada compite. A estas alturas, lo único que importa es la esperanza.
Y te lo dije. Pero no… Si lo miras bien, yo he sido el mejor asesor que has podido encontrar, y muy probablemente esta sea mi última oportunidad de hacer una predicción para Ellos Allá Arriba.
Han llegado al fin de los recursos, económicos, sociales y políticos. Muestran señales evidentes de agotamiento psicológico. La sincronía entre Ellos es mínima. La coherencia del sistema como un todo tiende a cero en cada iteración. Cuando Raúl no esté van a perder el vínculo con el concepto mismo de legitimidad, y se va a desincronizar el MININT del MINFAR, sucesivamente. Lo que debería ser un cerebro organizado se volverá una masa convulsa y balbuceante, con todo el poder concentrado pero sin saber cómo, ni tener medios para ejercerlo. Serán Azathoth, el dios ciego e idiota soñando un Universo que nunca ha existido. Este va a ser un fallo catastrófico, y van a tener que recurrir a la violencia constante para mantener el orden, Allá Arriba y Aquí Abajo. Ahí es donde van a empezar los verdaderos problemas. Para Ellos, claro. Nosotros, en ese punto habremos sufrido tanto que estaremos más allá del bien y el mal.
Tú y yo sabemos que nadie quiere pelear, que todos esperamos que el bienestar venga sin sacrificios y sin riesgo, y eso es una ventaja tremenda para ti. Y por cierto, no sé lo que te han dicho, pero tú no eres Ellos Allá Arriba, tú eres Nosotros Aquí Abajo, y juntos vamos a pagar muy caro las consecuencias de Su estupidez. Yo, tengo una fe inquebrantable en el Partido y en su instinto autodestructivo.
Ahora Humbertico intenta asustarme con que a la caída del gobierno va a venir un regente norteamericano, a quitarnos las propiedades y oprimirnos. Me tuve que reír. Puedes relajarte, la soberanía de la Patria estará a salvo. Créeme que, después de tantos años de entrenamiento en el infierno, a un regente norteamericano nos lo vamos a merendar.