Por Mauricio De Miranda Parrondo
Cali.- A Vladimir Putin. A ese le conviene la muerte de Alexey Navalny. La forma como han sido asesinados, apresados o exiliados tantos opositores a Putin demuestra hasta qué punto el gobernante ruso teme.
Tras la aparente fortaleza del «Macho Man» se esconde un cobarde que le teme hasta a su sombra. No hay más que verlo en sus reuniones en las que pone una distancia inmensa entre sus interlocutores y él, quizás temiendo que le pasen una enfermedad. Casi no viaja al exterior, porque existe una orden de captura contra él emitida por la Corte Internacional de La Haya y no quisiera tener el destino de otro criminal como Slobodan Milosević. Solo se atreve a ir a China o a países aliados de Asia Central, donde está a salvo y para lo cual no necesita cruzar el espacio aéreo de otro país.
La eliminación física de sus opositores supera el nivel de crueldad de los peores zares del Imperio ruso, pero al mismo tiempo revela el nivel de pavor de Putin, respecto a la posibilidad de perder el poder.
Hoy por hoy, considero que es una amenaza para la Humanidad. Por eso no hay que darle respiro alguno y es necesario que bajo ningún concepto pueda imponerse en Ucrania. Si gana en Ucrania, no solo perderá ese país, también el mundo entero.
