Por Javier Bobadilla ()
La Habana.- La imagen adjunta es el hexagrama 51 del I Ching, «La Conmoción». Está compuesto de la repetición del trigrama 4 -el trueno, la iniciativa, el dragón, la madera y el equinoccio de primavera. Representa la conmoción que lleva a la iluminación, el cambio súbito, que puede ser para bien o para mal en dependencia de la capacidad de mantener la calma y saberlo moldear.
Va y a ustedes eso no les dice nada. A mí tampoco, hasta hace poco.
«Tiras tres monedas al aire
y le preguntas al I Ching,
¿cómo será el fin?
Sabes que no puedo salvarte
pero vienes hasta aquí
a mí…
Tal vez, tal vez un milagro baje
un milagro baje,
hasta aquí…»
Es el principio de «Monedas al aire», de Carlos Varela. Una noche de agosto una persona cantó esta canción en público, y yo publiqué un fragmento del final. Desde ese día, cada vez que se escucha, alguien dice: «La canción de Bobadilla». Saben que espero el milagro. Sé que hasta cierto punto ellos también, aunque algunos se estén preparando para esperarlo en España.
¿Cómo hacer bajar el milagro?
El sábado pasado empezó el año lunar chino. El año del Dragón de Madera. El equinoccio de primavera es el mes que viene. La iniciativa, hace años que está. El trueno es lo único que falta. El milagro pasa a veces junto a uno, sobre todo cuando se está mirando en otra dirección.
Esta canción la escribió Carlos Varela con el amor por su madre enferma. Sabía que el milagro no estaba en sus manos.
De amor por Cuba, de enamorarme del país de mierda este que sólo trae dolor, problemas y despedidas, deseo que el milagro baje hasta aquí, con la conmoción del trueno que nos hace saltar. No pregunto por el fin, porque aunque la odie, la amo, y lo que espero es el comienzo.
Les regalo el símbolo, para que sepan que en las combinaciones del Universo hay un milagro esperando por nosotros.
P.D. Los hexagramas siempre lucen así, son 64 y todos parecen el plano de un edificio.
P.P.D. Y nunca olviden, que Cuba es la jeva más fula de la que uno se puede enamorar.
