Por Alberto Arego ()
La Habana.- “Escribo porque de verdad que este país es una calamidad de inhumanos”, me dijo una cubana desde La Habana.
“El pasado 7 de este mes (febrero), mi papá tuvo un accidente de tránsito. Fue traslado al Hospital Calixto García con una pierna en mal estado. Tenían que hacerle tomografía y radiografía, las cuales el jueves no se habían realizado por espera de la ambulancia para el traslado dentro del mismo hospital”.
“Después de varias decisiones con el personal, se le realizaron dichas pruebas. Tiene fractura de rótula y tibia. Le aprobaron el ingreso en una sala para su seguimiento, pero todavía hoy domingo tampoco se ha trasladado. Se encuentra en una sala de observación, en estos instante no le han puesto antibióticos porque no hay, así como tampoco nada para curarle el pie que lo tiene bien delicado”.
“Todo hay que llevarlo de la casa o comprarlo en la calle. En estos momentos en dicha sala hay un borracho que entró y se orinó en todas partes y está acostado en la cama de un viejito que se encuentra sin acompañante. La enfermera dijo que eso no es problema suyo. Se presentó la guardia de policía y tampoco hizo nada”.
“Entonces pregunto qué va hacer después de un tiempito más este país, de qué revolución y potencia médica si a nadie le importa nada. Se acabó la humanidad, los sentimientos. ¿Hasta cuándo vamos a seguir aguantando que nos humillen y pisoteen como si fuéramos basura? Este gobierno hay que erradicarlo pero ya porque vivimos en un campo de concentración”.
“No escribo para ayuda ni nada solo para hacer otra anécdota del dolor y tristeza de lo que está sucediendo en los hospitales, que las personas asisten por necesidad y no por placer, como al parecer piensan los trabajadores de dicho sector. No ponga mi nombre porque al final tengo que seguir luchando con los horrores”.
Este martes, la denunciante señaló: “lo tuvimos que trasladar a otro hospital porque allí no lo atendieron y la infección se agudizó”.
