Por Ulises Toirac ()
La Habana.- La gente de mi generación no se puede quejar de la música que conoció. Aunque ya de viejo lamento un poco la crisis de la difusión de música cubana en aquellos años, siempre estuvo la Nueva Trova y algunas canciones que lograban colarse de la cosecha nacional. El resto era cancionista internacional y… La que nos agenciábamos delincuencialmente en las emisoras «enemigas».
La calidad de la música que cantábamos y bailábamos era insuperable. Suena tribal lo de ahora realmente. Y muchas de las estrellas de la música norteamericana que conocíamos decidió reunirse una noche para promover las donaciones que mitigarían el hambre en África (eran muy malos, pero ya ves).
La producción de un material así, con más de 40 ‘estrellongas’ de lo más sonado en ese momento para lograr la canción fue una pesadilla. Reunir a Bob Dylan con Bruce Springsteen, a Diana Ross con Huey Lewis, a Harry Belafonte con Cindy Lauper… and so on… sonaba imposible.
Aprovecharon la entrega de los American Music Award y que la mayoría asistiría y se dieron a la tarea de hacer realidad ese imposible.
Acaba de llegarme este documental producido por Netflix que detalla cómo se armó aquello desde la idea de Belafonte hasta la grabación, pasando por la composición a cuatro manos de Michael Jackson y Lionel Richie (a la que trataron de sumar infructuosamente a Stevie Wonder, algo que nunca supe antes), la suma de Quincy Jones (vital no sólo por su talento sino por su capacidad de unir), los llamados a cada artista.
Y luego los detalles de la grabación, tensa por el tiempo y los egos, superado solo por saber de qué iba todo y la presencia relajante de varios de ellos. En un momento Ray Charles dice «Necesito ir al baño» y Stevie Wonder le responde «Yo te llevo», y salieron los dos de la sala de grabación…
Una joyita el documental. Si lo pueden ver… Highly Recommended:
