CASCARONES DE HUEVOS COMO RECETA DE CAMBIO (I)

ARCHIVOSCASCARONES DE HUEVOS COMO RECETA DE CAMBIO (I)

Por Jorge Sotero
La Habana.- Fernando Ravsberg, el uruguayo que no sabe si apoya al régimen de La Habana o quiere que se caiga, se pregunta hasta cuándo el periodismo cubano va a hablar de cambios y superación, mientras en provincias los periodistas no encuentran de qué escribir, o al menos eso es lo que deja entrever un artículo en «5 de septiembre», el periódico de Cienfuegos.
Aquel libelo de poca monta, o mala muerte, que tiene nada más y nada menos que a Julio Martínez Molina, el articulista de Granma, como jefe de Información, intenta convencer a los lectores de la importancia de los fertilizantes orgánicos, sin químicos, porque ofrecen unas bondades enormes para el suelo, de lo cual nadie duda.
Pero lo extraño es que en algún momento del texto, se refieren a las cáscaras de huevos como abono, en un lugar donde la envoltura de las yemas y las claras no alcanzan ni para cascarilla para los trabajos religiosos, porque un huevo es algo tan raro en la Cuba de hoy que en cualquier momento las gallinas las declaran aves nacionales y prohíben sacrificarlas.
Con tantas cosas que hay para escribir, con tantos temas candentes, con tantas historias por contar, llama la atención que dediquen tiempo y espacios a absurdos como estos, que estarían bien si en lugar de Cienfuegos, el rotativo de marras estuviera en Noruega, un país cuyos habitantes tienen todo resuelto, sobre todo la parte alimenticia.
Al ritmo que vamos, uno de esos periodicuchos, al lado de los cuales El Vigía de Cuba se me antoja como The New York Times, se aparecerá un artículo en el que incite a las personas que viven en las ciudades a irse a cuevas y cavernas, porque allí la vida es más sana, y si pasa un tornado o un huracán, estarán protegidos, alejados de todo peligro.
En esa vida en cuevas tendrán cosas sanas para comer, como jutías y reptiles, para cumplir con aquello que sugirió el ya casi muerto Guillermo García hace unos años. Por cierto, hablando del llamado Comandante Avestruz, los que pudieron verlo en la llamada Marcha de las Antorchas, dicen que el hombre tenía la vista perdida, no sabía qué hacer con las manos y cuando llegó el momento de saludar, no sabían si se estaba tapando el sol, diciendo adiós o despidiéndose de alguien.
Volviendo al huevo: jamás en la historia de Cuba una postura de gallina fue tan cara. Ni en los tiempos de la Reconcentración de Weyler, el general español que obligó a cientos de miles de habitantes del campo a ir a las ciudades para evitar que los mambises tuvieran cómo conseguir vituallas para mantenerse en la manigua.
Ahora podríamos hablar de la Reconcentración de Díaz-Canel, que sería como una parte más de la zaga castrista, iniciada por los hermanos Castro nada más pusieron un pie en La habana y decidieron que estarían en el poder hasta el día en que murieran. Ya uno está en el lugar donde debió haber ido hace mucho tiempo. El otro va en camino, pero lo más probable debe ser que se le adelante Guillermo García, el hombre de las avestruces que iban a resolver el problema de alimentación de las tortillas gigantes y no sé cuántas boberías más.
El gobierno cubano, y los medios de prensa, creen que el pueblo es tonto, que todo lo que les digan se lo van a creer, como eso de que la cáscara de huevo resolverá el problema del abono, en un país donde no hay ni huevos.

Check out our other content

Check out other tags:

Most Popular Articles

Verified by MonsterInsights