Redacción Deportiva
Madrid.- El Atlético de Madrid derrotó este jueves por 1-0 al Sevilla y se convirtió en el cuarto y último semifinalista de la Copa del Rey, una instancia a la que avanzaron antes Real Sociedad, Real Mallorca y Athletic Club de Bilbao.
Un gol de Memphis Depay en el minuto 79 destrabó un partido peleado, bronco, intenso, con pinceladas de buen fútbol, como una chilena de Anthoine Griezman que se fue rozando el travesaño y que hubiera tirado abajo las gradas del Civitas Metropolitano.
Ganó el Atlético, que tal vez lo mereció más, pero en muchos indicadores de juego ambos equipos estuvieron muy parejos, como en aquello de los balones perdidos o recuperados, los duelos ganados, o las faltas cometidas, aunque las tarjetas del Sevilla (6), doblaron las del Atlético.
El Sevilla, cuando expiraba el partido, respiró aliviado, porque el árbitro Jesús Gil Manzano le pitó un penalti a favor, en una jugada que no estuvo muy clara, pero el VAR lo llamó y tras ir a revisar la jugada, lo anuló, porque en realidad el defensor no derribó al atacante del equipo andaluz.
La victoria del Atlético ratifica su buen momento, luego de imponerse en octavos al Real Madrid y postularse como gran candidato al título en la Copa del Rey. Mientras, para el Sevilla constituye otro golpetazo más, luego de caer en Champions en la fase de grupos, y andar rozando el descenso en La Liga, y con tres entrenadores en apenas cinco meses de temporada.
La presente será una temporada dura para el Sevilla. La tarea principal de Quique Sánchez tiene que estar en alejarse lo más pronto posible de los puestos de descenso y si juegan como ante el Atlético lo pueden conseguir. Si, por el contrario, es al revés, lastimará más la autoestima de los jugadores, la situación puede empeorar, en medio de un entorno que no es bueno en ningún lugar: grada, banquillo y palco.
El sorteo de las semifinales de la Copa del Rey se efectuará este viernes, a las 13.00 horas de España.
